miércoles, 30 de junio de 2010

Estrategias y Competitividad Regional

Estrategias y Competitividad Regional

*Jorge Navarrete Bustamante

Pese a las secuelas evidentes dejadas por el terremoto, es necesario volver sobre nuestros pasos estratégicos.

En efecto, el equipo del Centro de Competitividad del Maule que contribuyera a la elaboración de la Estrategia Regional Maule 2020, a la Política de Desarrollo Rural del Maule, y a la actualización de la Agenda Estratégica de Desarrollo Productivo de la misma, todas ellas disponibles en el sitio web http://centrodecompetitividaddelmaule.utalca.cl/, estima necesario retomar la implementación de las “Cartas de Navegación” que vieron la luz pública -a lo más- hace un año.

Por cierto, que no será ya la línea de base la existente al 26 de febrero, pero las prioridades no parecen ser substancialmente distintas a la hora de la toma de decisiones de la autoridad, y de la asignación de recursos de los organismos corporativos pertinentes.

Lo importantes es no perder el foco ni la más mínima planificación en pos de una visión estratégica compartida y contenidas en dichos documentos estratégicos; empero tampoco extraviar la capacidad de gestión, monitoreo y evaluación externa en la ejecución de los mismos. De lo contrario, la inercia y la improvisación carcomerá a una administración que todos necesitamos y deseamos que sea exitosa.

Eso en lo general.

En lo específico, resulta valioso lo planteado por la Misión Conjunta OCDE-BID al nuevo gobierno de Chile sobre la institucionalidad del sistema nacional de innovación chileno, cuya principal conclusión es:

Tomar en cuenta que la dimensión regional podría ayudar a superar las actuales fallas de la coordinación, aumentar la eficacia de la política, cerrar la brecha entre el diseño e implementación de políticas, y alinear mejor las iniciativas nacionales y regionales para apoyar la I + D y la innovación”.

Ello no es menor, pues la investigación + desarrollo, y la innovación, son las que permite asignarle inteligencia a nuestros productos y procesos regionales; ergo hacerlos más competitivos y más rentables. Empero para que ello cabalmente ocurra es necesario empoderar desde ya a los actores regionales en el diseño y aplicación de las políticas de innovación.

Es que guste o no, si existiere –como dicen en la metrópoli- una crónica falta de capacidad de gestión de políticas públicas en regiones; ello pudiera revertirse precisamente con mecanismos que faciliten el aprendizaje de políticas en las regiones.

Se puede colegir entonces, que los agentes regionales enfrentan fuerte desafíos cognitivos para superar la diferenciada productividad y competitividad existente inclusive al interior de las propias regiones.

Por cierto, la reversión de todo ello trasunta una descentralización efectiva, y una genuina gobernanza; tan necesaria ambas también para estrechar las brechas de desigualdades sociales y territoriales.

Empero lo primero, es echar a re andar la aplicación de las estrategias regionales, fruto de los sueños de ya un millón de maulinos.

MBA. Universidad de Talca.

miércoles, 23 de junio de 2010

Saramago

Saramago

*Jorge Navarrete Bustamante

Había hablado con su esposa y pasado una noche tranquila. Esa mañana, se sintió mal y falleció.

Disculpe, amigo lector y amiga lectora, que no escriba ésta vez de fomento productivo, o de la contingencia, y me refiera más a la trascendencia de éste noble escritor portugués, para el espíritu libre de millones de seres humanos en las más lejanas latitudes de la tierra, aunque trasunta también lo holístico de toda competitividad.

Saramago, nació en el seno de la pobreza campesina lusitana. Fue autodidacto.

En medio de carencias juveniles, mientras trabajaba para mantener a sus padres en una herrería mecánica, se leyó todo lo que había en la biblioteca pública de su barrio.

Luego de publicar su primera obra, “Terra del Pecado” (1947), no escribió durante 20 años explicando que: “Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar”.

Ha partido en su último viaje, un grande. Un hombre sensible, valiente y bueno.

Saramago tenía una finísima sensibilidad con los más carenciados, con su pueblo de Alentejo y con todos los pueblos del mundo; con el del siglo XX, y con el de todos los siglos, tal como se aprecia en sus obras “Levantado do Chao” y “Memorial do Convento”, en las cuales él logra encontrar su voz propia, ese estilo inédito, límpido y casi poético que lo distingue.

Saramago no era creyente. Era ateo, solía decir que "Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio". Ello le costó –por presiones de poder fáctico por todos conocido- que el gobierno de su país vetara su postulación al Premio Literario Europeo, razón por la que se radicó en España.

Empero, fue la Academia Sueca la que reconoció, a los pocos años, su real valía de escritor y de humanista, al otorgarle el Premio Nobel de Literatura en 1998, situando su nombre, su obra y a su patria, en la cúspide de la respetabilidad mundial.

Saramago, fue la conciencia de la literatura, un humanista irreverente, un tejedor de esperanzas, un compositor de sinfonías espirituales, un enamorado de la vida y del amor.

A su esposa, le escribió al recibir el nobel, a puño y letra, las siguientes palabras: "quiero estar dónde esté mi sombra si es ahí donde estarán tus ojos".

Indudablemente, que el amor y la fraternidad que Saramago prodigó en casi todas sus obras a millones de personas, constituyen un bien espiritual que debemos atesorar con humildad y generosidad, tal como él lo hubiera querido.

En fin, Saramago, soñó con una tierra libre de persecución y miseria, con un mundo en el que los fuertes fueran un poco más justos, y una vida que mereciese ser vivida por todos y para todos.

¡El firmamento ha perdido una estrella!

Nos quedan sus destellos que iluminan aún los rincones más alejados de nuestro convulsionado planeta como luciérnagas que decoran la existencia de tantos seres humanos en libertad, que es el mayor decoro de todas las mujeres y hombres de la Tierra.

¡Hasta siempre, José Saramago!

*MBA. Universidad de Talca

miércoles, 16 de junio de 2010

Sismo y Competitividad en el Maule

Sismo y Competitividad en el Maule

*Jorge Navarrete Bustamante

A casi cuatro meses de acaecido la catástrofe, la mayoría de los análisis del mismo son de corto plazo enfocándose en las consecuencias económicas de la población (producción y empleo) con un horizonte a no más de dos años.

Así, se propende principalmente a ponderar lo que ha ocurrido en nuestra región en materia de habitabilidad social, aproximando escenario de normalización en materia de reconstrucción y de reactivación económica antes que termine el año próximo.

Ello es una condición necesaria pero no suficiente pues tenemos el deber de mirar un poco más lejos por mucho que el proceso de reconstrucción demuestre un cierto letargo.

En efecto, hay que auscultar también cuál puede ser el desplazamiento del crecimiento de la Región del Maule en los años venideros; los flujos migratorios de la fuerza de trabajo; y los bemoles de un eventual cambio de identidad.

Por lo tanto, debemos incluir -guste o no- una mirada de largo plazo pues es precisamente ésta la que contiene una óptica estratégica; aquella que ve en las crisis, una oportunidad, y los desafíos de una genuina gobernanza y de una real cultura de la responsabilidad.

Bajo la óptica económica, el factor más importante a monitorear después de un sismo, es lo acontecido con el stock de capital incluyendo los activos tangibles e intangibles. Es decir, todos hemos visto como ha disminuido sino desaparecido en significativa medida nuestra infraestructura física, maquinarias, capital de trabajo; y algunos intangibles como imagen de marca y redes de distribución, entre otros.

Cierto, hace un par de meses, el Banco Central estimó las pérdidas de stock de capital neto en torno al 3%. Sin embargo, considerando que los epicentros sísmicos (O’Higgins, Maule y Bío Bío) generan casi el 16% del PIB nacional, se puede colegir que a escala regional la caída en el producto por el efecto del terremoto sería equivalente en torno a un 6% del producto anual, la que se concentrará especialmente en el primer semestre del presente año.

Es decir, estamos en un problema mayor al concebido inicialmente. Empero ello es posible de mitigar y revertir en la medida que el capital repuesto se reconstruya empleando insumos, trabajo y capacidades ya localizada en la región.

El foco vital que debemos asumir entonces, es que ciertos vectores (inversiones privadas en la región; migraciones internas y externas; colaboración entre las empresas; y la gestión de las redes regionales, entre otras) están condi­cionados por el ambiente que la misma región desarrolle: instituciones que funcionen, una competitividad más sólida que la evidenciada hasta ahora, un ambiente de colaboración, y la resiliencia de las personas y de la comunidad regional para sobreponerse al desastre.

Por cierto que es insuficiente aún la información disponible para una exhaustiva evaluación de largo plazo pero es allí donde adquiere relevancia, la histórica dinámica competitiva del Maule que debemos también evaluar, ajustar, proyectar, perfeccionar, potenciar e implementar.

MBA. Universidad de Talca.

miércoles, 9 de junio de 2010

Centro de Competitividad del Maule

Centro de Competitividad del Maule

*Jorge Navarrete Bustamante

Como es de público conocimiento, en enero recién pasado, se informó de la creación del Centro de Competitividad del Maule con un claro enfoque de Inteligencia Competitiva.

Crear un Centro de esta naturaleza no es fácil.

En efecto, se requiere de inspiración (visión, también sentido de misión estratégica) y de mucha transpiración (trabajo eficiente).

No es cosa de pesos más, o de pesos menos.

Se necesita de un adecuado trabajo de redes y de necesaria interacción entre liderazgos transversales; también de la superación de inercias, de barreras culturales, de celos institucionales, hasta de ambiciones personales, cuando no de “provincianas” y ya anacrónicas rivalidades contingentes.

Todo ello lo hemos superado -en notable medida-, en poco más de seis meses.

Efectivamente, creado en vísperas del Bicentenario de nuestra independencia, dicho Centro de Competitividad tiene como objetivo apoyar la actividad del sector privado, de los agentes socioeconómicos regionales, a la administración pública maulina, y a los Centros Tecnológicos de la región, en los ámbitos relacionados con la competitividad.

Dicho de otro modo, el Centro de Competitividad del Maule, propende a identificar los caminos reales de la competitividad regional, orientando o catalizando la elaboración e implementación de políticas públicas y de las agendas de clusters empresariales mediante el desarrollo sinérgico de tres funciones esenciales: la interacción con los tomadores de decisiones público - privado; la realización de estudios y de propuestas; y la transferencia de conocimiento.

Tal definición fue producto de un proceso desarrollado por el quehacer del Centro de Estudios Regionales de la Universidad Talca (CER), especialmente durante los dos años previos a que él mismo diera vida al Centro de Competitividad del Maule.

En efecto, el CER participó activamente en la Elaboración de la Estrategia Regional de Desarrollo Maule 2020; en la Política de Desarrollo Rural de la región de Maule; y en la Actualización de la Agenda Estratégica de la Agencia de Regional Desarrollo Productivo, por señalar algunas iniciativas estructurantes.

Así fue la eclosión del Centro de Competitividad del Maule, emplazado físicamente en el Campus Lircay de la Universidad de Talca, específicamente en la Facultad de Ciencias Empresariales, contando con el apoyo de dicha Casa de Estudios, de CORFO y de la ARDP a escala regional y nacional, y del Consejo Regional del Maule.

Cierto, el Centro presenta ya estructura, enfoque y productos, al alcance del ya millón de maulinos en los próximos 10 días, en el sitio web www.centrodecompetitividaddelmaule.cl , especialmente lo referente a documentos estratégicos, indicadores y clusters regionales.

Como dijeran altos directivos nacionales de CORFO y de la ARDP, hace algunos meses, el “Centro constituye una contribución efectiva de análisis de la competitividad territorial del Maule, monitoreando su evolución y desempeño… y aportando capacidades de Inteligencia Competitiva y de Gestión”.

*MBA. Universidad de Talca

jueves, 3 de junio de 2010

Célula artificial

Célula artificial

*Jorge Navarrete Bustamante

La historia de los seres humanos presenta –según Braudel- “corrientes profundas”, imperceptible a veces para las grandes mayorías que sólo perciben la superficie, la rutina, lo accesorio, lo aparente.

Efectivamente, hace unos días se produjo un hecho sin precedente en la historia de la humanidad; revolucionario se podría decir; y en el que los medios, las familias y las instituciones, se quedaron anclados en el titular de la noticia: “Científicos crearon la primera célula artificial”.

Se cree que ello constituye un paso crucial para crear vida artificial pues dicha célula se sustenta en un genoma sintético. Cierto, algunos expertos dicen que aún no se puede hablar de una forma de vida "verdaderamente artificial" porque el genoma sintético fue colocado en una célula natural, empero ello es cosa de tiempo pues ya el mismo científico, Craig Venter, está trabajando con ese propósito.

¿Podrían usar la misma técnica para crear organismos más complejos como las plantas o animales?

En teoría sí. Aunque el objetivo actual es diseñar y construir bacterias puesto que la información genética de éstas es muy simple, presentando condiciones ideales para producir sustancias medicinales y ambientales beneficiosas para los seres humanos.

Es el inicio de una nueva Revolución Industrial.

Si bien es cierto, cada célula del cuerpo humano contiene 23 pares de cromosomas lineales y con mucha más información, Venter piensa que extender esta técnica a organismos más complejos, como plantas y animales, es posible, pero en varios años más.

Ello explica ya la crítica fanática y fácil, tantas veces proferidas a lo largo de la historia humana -y tan sufrida por Galileo y Darwin, por señalar dos ejemplos-, acusando a Venter de “Jugar a ser Dios”.

Es sabido el temor clerical a la Ciencia por haber desplomado ésta sendas creencias y dogmas. La historia presenta evidencias irrebatibles de ello. Por eso, hay religiones que se acercan a ella para controlarla, o para condicionar científicos con funestas sanciones públicas.

Evidentemente, para ser un científico genuino, que busca la Verdad Última, o aún pequeñas verdades que se aproximen a ésta, se requiere no sólo de inteligencia esclarecida sino que de mucho coraje moral.

¿Es ético crear vida artificial?

Estamos, desde hace párrafos atrás, penetrando en el fondo de la bioética.

Cierto, la ciencia y la técnica pueden emplearse para hacer el bien, o para lo contrario. Entendiendo por bien lo que es bueno para la vida de los seres humanos, entre ello, la Verdad.

Por eso, ahora la Célula Artificial debe ganar otra gran batalla, en el campo de la bioética, disciplina que básicamente se ocupa de la “conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizada a la luz de los valores y principios morales".

Indudablemente, la Ciencia se aproxima, cada vez más, a responder las grandes interrogantes de la humanidad.

MBA. Universidad de Talca.