miércoles, 26 de octubre de 2011

30 años

30 años

*Jorge Navarrete Bustamante

Si bien, hace ya tres años, por una opción absolutamente personal empecé a alejarme un tanto de la vida pública después de haber sido Gobernador, Seremi de Economía y Jefe de Políticas Agrarias en ODEPA, he tenido simultáneamente el privilegio de incorporarme con dedicación exclusiva a la familia de la Universidad de Talca.

La conozco desde que comenzó a germinar y, por lo mismo, me unen a ella sentimientos indelebles: primero como alumno y dirigente estudiantil; luego como profesor part time; posteriormente como miembro del Comité Académico del Magister en Gestión y Gerencia Pública, y hoy como director del Centro de Competitividad del Maule.

Puede entonces que mi opinión no sea totalmente objetiva para referirme a ella en su 30° aniversario; por ello intentaré fundamentar sólo con un irrebatible número lo que ella es, teniendo presente que tras esa cifra hay una comunidad universitaria verdadera:

La Universidad de Talca desde hace ya varios años se posiciona, en el ranking nacional o internacional que se le quiera medir, entre las 07 mejores Universidades de Chile, y primera entre las universidades regionales.

Extraordinario.

Y es así porque la Universidad de Talca fue fundada en 1981, tras la fusión de las antiguas sedes de la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado. Por tanto, es esencialmente una Universidad Pública, Regional y Laica.

En efecto, sus sólidos valores, consagrados en su plan estratégico, son los de la Tolerancia, pensamiento crítico, solidaridad, conciencia ambiental, honestidad, convicción democrática, responsabilidad social y sensibilidad estética.

Pero hay más. En la actualidad, cuenta con sobre 7000 alumnos, de ellos un 88% provienen de los quintiles 1 y 2, lo más carenciados; el 75% de ellos cuentan con padres que no fueron nunca a la universidad; el 75% pertenece a la región; más del 67% alumnos cuentan con beneficios que provee la universidad. Todos con un altísimo nivel de inserción laboral una vez titulados.

Sorprendente.

Aporta asimismo con 07 Centros Tecnológicos y diversos Centros de Estudios de reconocido prestigio, y contribuyentes relevantes al crecimiento y desarrollo de la región junto a las anuales ferias científicas y del libro; al apoyo a las 10 escuelas más carenciadas de Talca; al coro y orquesta juvenil; a su permanente actividad artística y cultural gratuita para la comunidad maulina; a su radioemisora de real jerarquía; a sus clínicas jurídicas y odontológicas, y a la reconstrucción y embellecimiento post sismo en el Maule, entre muchas otras iniciativas.

Ello ha sido fruto no del acaso sino de una rectoría visionaria, de un cuerpo docente solvente, de un alumnado esforzado y capaz; de un equipo administrativo y auxiliar diligente, eficaz y cálido.

Cierto. Nadie con meridiana objetividad puede negar que la Universidad de Talca sea hoy una de las mejores experiencias de regionalización, y un aporte real a la competitividad de nuestra Región del Maule.

¡Feliz 30 Aniversario!

lunes, 17 de octubre de 2011

Jobs: El Ser Humano

Jobs: El Ser Humano

*Jorge Navarrete Bustamante

El domingo 16 recién pasado, en Stanford fue el funeral de Steve Jobs, estableciéndose ese como su día en honor al visionario que nos cambio la vida diaria. Sólo en este fin de semana se vendieron 4 millones de de unidades Iphone 4S. Ayer miércoles sus colegas y operarios de Apple le rindieron su homenaje cerrándose todas sus tiendas en el mundo entre las 19 y 11 de la mañana hora de California, desde la India a Chile pasando por China o Australia, y otros lugares de la tierra.

Al responso privado asistieron sus familiares y amigos importante en su vida, como la trovadora Joan Baez quien fuera su pareja durante años antes de casarse con su mujer Lauren; Bill Clinton; Bono; y los principales innovadores de Silicon Valley como Bill Gate, creador de Microsoft; y Larry Page, el creador de Google, entre otros genios tecnológicos contemporáneos.

Es que Steve Jobs, y eso todos lo sabemos, basó su éxito no sólo en su inteligencia y personalidad, sino “leyendo” adecuadamente el contexto social en que vivió. Fue un emprendedor de excelencia propio del siglo XXI que comienza, tal como hace alrededor de cien años lo fueron Bell y Ford. Luchando contra la corriente Jobs supo combinar armoniosamente la innovación con la belleza estética, en base a su creatividad y liderazgo.

Pero por sobre todo fue un gran ser humano. Ello se evidenció en los hechos a lo largo de toda su vida, y que expresara hace unos años en su célebre discurso para los graduados de la Universidad de Stanford, el que constituye una verdadera inspiración para los estudiantes de hoy y las futuras generaciones.

Steve Jobs fue adoptado recién nacido por un matrimonio de clase obrera con la única condición impuesta por la progenitora que debía ingresar a su debida edad a la universidad. Así a los 17 años fue matriculado en el oneroso Reed College del que se retiró al ver que casi todo el sueldo y ahorro de sus padres se destinaban al pago de los aranceles.

Trabajo duramente vendiendo botellas y alimentándose una vez a la semana en hogares de los templos Hare Krishna. Estudio en dicho college sólo los cursos que podía pagar y que le llamaban la atención, por ejemplo, los de Litografía, fundamental en la primera Macintosh que inventara con su amigo Woz en garaje de sus padres, y que al cabo de 10 años ambos dieron trabajo a 4000 operarios y una empresa avaluada en sobre US$2000 millones.

En medio del éxito se le detecto un cáncer al páncreas. A partir de entonces la muerte rondo su existencia y la de su familia. En su discurso en Stanford al respecto señalo:

“Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la Muerte es muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos y serán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto”.

“Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas”…

¡Hasta siempre Steve Jobs!

MBA. Universidad de Talca.

martes, 11 de octubre de 2011

Es el modelo t…

Es el modelo t…

*Jorge Navarrete Bustamante

Hace algunos años, el presidente Clinton ante una “interesada confusión” que tenían actores relevantes de su país que, paralizaban o dilataban el correcto accionar frente a una crisis de envergadura, le respondió una pregunta al “ciego que no quiere ver”: “Es la economía tonto”.

Me recuerdo de ello porque desde hace meses diversos líderes nacionales, y aún desde estas y otras columnas se ha insinuado, también explicitado –quizás más que reiterativamente- la real dimensión de los que acaece en Chile; e incluso a otra escala, contenido y/o énfasis, de lo que sucede en España, Italia, Israel, EEUU.

¿Es que los que toman decisiones no se dan cuenta de lo ocurre realmente en nuestro país?

¡Lo tienen clarito!

Lo que ocurre es que hay intereses “hasta el momento” irreconciliables.

El modelo que fue efectivo ya no lo es. Da muestras de fatiga. El punto de equilibrio salió del dominio. Los beneficiarios se acotaron. El daño es ya mayor.

Los pocos que toman decisiones “hacen tiempo”; tratan de convencer que es inoportuno siquiera tratar seriamente los temas estructurales; buscan distraer la mente con medidas colaterales influidas por los más conservadores o fundadores de modelo. Estos se apertrechan en sus “clásicos” inspiradores, en sus medios de control social, en sus escaños políticos. Este es el momento en que predominan los ultras sostenedores del actual sistema.

Estos, “tiran el elástico”… Es este un “juego peligroso”, si es que se puede llamar juego al progreso y bienestar de una sociedad entera.

Si ellos persisten: es “caldo de cultivo” para los ultra transformadores del sistema, para los que quieren cambiarlo TODO… Si los ultraconservadores persisten, su defensa del añejo modelo durará hasta el momento en que la presión social y política alcance tales niveles en que la gobernabilidad y la paz ciudadana serán bienes públicos extraviados (amenazando sus intereses en magnitud mayor) y, por lo mismo, añorados por todos.

Este será “el momento” en que los portadores de esos “intereses irreconciliables” busquen un acercamiento a través de aquellos que no quisieron escuchar… Pero el daño estará hecho pues las formas o los medios inciden en la profundidad de los contenidos o fines.

¿Debemos esperar que todo ello ocurra si desde ya estamos perdiendo competitividad y sacrificando imagen país?

No.

Sólo hay que darle oportunidad a Chile en su rica totalidad y diversidad, y no sólo a los intereses de grupos. Ello se logra ampliando su democracia. Jamás “amordazándola”, desmovilizándola o restringiéndola. A la democracia no se le teme, se le respeta. La democracia se perfecciona asimisma con más democracia, y no con más autoritarismos.

El tema de fondo, al que se resisten unos pocos –al decir de todo sondeo de opinión pública que se quiera consultar-, es en definitiva el rol que debe cumplir el Estado en el Chile del siglo XXI; específicamente en su “viga maestra”, la educación; en particular en su fuente de financiamiento, la redistribución tributaria, y con una más horizontal convivencia social, democracia proporcional.

Para los que aún no lo entienden o no lo quieren entender: Es el modelo…

MBA. Universidad Talca.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Algo nos está pasando

Algo nos está pasando
*Jorge Navarrete Bustamante‘
En las últimas semanas, se ha dado a conocer sólidos indicadores internacionales que nos señalan como un país que internamente es el más desconfiado en la OECD; que tiene la educación más cara de OECD; y que baja cinco puestos en competitividad tecnológica, según The Economist Intelligence Unit para Business Software Alliance.
En efecto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), entidad que reúne a las economías más desarrolladas del planeta, midió el nivel de confianza interna que existe en sus países miembros, y llegó a establecer que en Chile, a raíz que un 87% de la gente desconfía de sus pares, posee el nivel más alto, secundado por Turquía y México.
Por el contrario, el rango de confiabilidad más alto se encuentra en los países nórdicos: Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, entre otros.
¿Qué nos pasa?
Una de las razones fundamentales de ello, según la OECD, es que la distribución equitativa del ingreso desempeña un papel fundamental al momento de confiar en alguien. Un indicador en el que Chile posee una pésima evaluación.
¿Por qué entonces insistimos en agravar la situación al no adoptar decisiones útiles lejanas de todo sobreideologismo?
El segundo indicador internacional es vinculante con el anterior. La misma OECD notifica que Chile es el único país donde las familias financian 80 por ciento de la educación superior, mientras que el Estado sólo aporta 15 por ciento y otras instituciones privadas el 5 por ciento restante. Así, por ejemplo, una carrera universitaria en Chile cuesta 3 mil 400 dólares en promedio cada año, lo que equivale al 22 por ciento del ingreso per cápita del país.
En definitiva, comparado con otros países de la OCDE, el Gobierno chileno gasta 5 por ciento menos que Corea del Sur, que invierte 20 por ciento en la educación.
En suma, ambos indicadores internacionales constituyen una notificación histórica y estructural que requiere para revertirlos de medidas pragmáticas, cómo el incremento real de recursos hacia los sectores postergados, a través –no hay otro camino sostenible-, de un adecuado pacto fiscal.
Dicho de otro modo, se precisa de una efectiva reforma tributaria que reviertan los magros indicadores sociales y educacionales en comento. Ello no es un tema de “lucha de clases” sino de matemáticas; tampoco de seguridad interior (que evidentemente apunta a un efecto marginal) sino de propuestas creativas y pertinentes hacia nuestra real problemática social y educacional.
El tercer indicador internacional nos alerta con la caída de cinco puestos en competitividad tecnológica, lesionando nuestra productividad nacional y el crecimiento en el mediano plazo. Ello sería producto de una mentalidad poco innovativa que radica en la educación; del esmirriado entorno de investigación y desarrollo; y de un débil respaldo a los emprendedores.
En fin, algo está pasando… y las respuestas son aún incoherentes con la realidad.
MBA. Universidad de Talca.