Competitividad: Instituciones de Colaboración
*Jorge Navarrete Bustamante
Con la aprobación del curso
Microeconomía para la Competitividad por parte de la delegación maulina,
realizado en Donostia, Euzkadi, España, dictado por el Instituto Vasco de
Competitividad u ORKESTRA, de la prestigiosa Universidad de Deusto, los Consejeros Regionales, Guillermo
Martínez y Raúl Palacios; el gerente de la Corporación de Desarrollo Productivo
Mario Fuenzalida; el profesional del Centro de Competitividad del Maule, Roemil
Jorquera, y el director del mismo que escribe, se incorporaron formalmente a la
RED de Universidad de Harvard.
Ello es algo simbólico pero
consubstanciado en la cristalización de un proceso tanto de aprendizaje formal como
de una trabajo interactivo presencial con las empresas; autoridades del
gobierno de Euzkadi; centros tecnológicos, institutos técnicos y universidades,
que nos permitió aproximarnos a lo medular
del modelo competitivo vasco, y extrapolar esto en función de las
peculiaridades que tiene nuestra región del Maule.
Cierto, la autonomía política es
altamente importante en dicho desarrollo pero la aplicación rigurosa de una
visión compartida de amplio espectro y de mediano y largo plazo, es sencillamente
central.
Lo anterior contiene -entre otros
vectores claves- estrategias de especialización inteligente y un eficaz trabajo
del capital social o instituciones de colaboración que, complementando el rol
del gobierno, inciden gravitante en la implementación de lineamientos
estratégicos como los antes señalados.
Tales “instituciones para la
colaboración”, incluyen por ejemplo asociaciones industriales, asociaciones
profesionales, cámaras de comercio,
organizaciones de transferencia de tecnología, centros para la promoción de la
calidad, instituciones de
investigación sin ánimo de lucro o asociaciones de ex alumnos universitarios,
entre otras.
Junta Adelanto del Maule, formada por empresas, universidades, gremios y profesionales de la región pensando y trabajando por el Maule |
Las instituciones de colaboración
influyen en la productividad y en la competitividad al cumplir una variedad de
funciones de mediación en el mercado local, regional, nacional e, incluso,
internacional, tales como llevar a cabo actividades colectivas (por ejemplo,
capacitación o recogida de información), facilitar las relaciones y establecer
normas.
Las organizaciones de colaboración
pueden incrementar la competitividad, pero también pueden debilitarla si
encaran acciones que disminuyen la competencia, o los otros participantes
económicos que interactúan con ellas tiene un comportamiento errático o errado.
¿Cómo estamos en ese ámbito del
desarrollo competitivos regional? ¿Existe una estrategia compartida de competitividad
regional? ¿Tenemos una estrategia de especialización inteligente a la cual nos
hemos referido en columnas anteriores?
Nos anima la certeza –a quienes
compartimos la experiencia en el País Vasco- que es posible trabajar
sistemáticamente (sin cambiar estructuralmente las reglas del juego
determinados por la coyuntura, la inercia o el acaso), con liderazgos
transversales e instituciones de colaboración enrieladas hacia el desarrollo
competitivo de Maule.
MBA. Universidad de Talca.