*Jorge Navarrete
Bustamante
“Estoy en completo desacuerdo con tus ideas pero daría
gustoso mi vida por defender tu derecho a expresarlas”.
Ese pensamiento
de François Marie
Arouet, más conocido como Voltaire, sintetiza una filosofía, una manera de vivir la vida
con Tolerancia y Fraternidad entre todos los seres humanos.
Es la máxima de mi
Logia.
Esa que nació hace
casi 100 años, y que mañana inicia su proceso de conmemoración que culminará el
2014 con esa necesaria evaluación y perspectiva, tan propia de una institución
humanista que aspira plasmar en la sociedad concreta esa triada de principios
que la distingue desde hace ya casi 300 años en el mundo, en toda genuina
República, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Naciones
Unidas: Libertad, Igual y Fraternidad.
Sí. Me estoy
refiriendo a una Logia Masónica, institución esencialmente ética, filosófica e
iniciática que elige hombres, los organiza y disciplina, tratando de corregir
en ellos los efectos de herencia, cuanto es posible, para que trabajen por el
bien de la sociedad en que viven y conviven.
Hace 98 años, Enrique
Jenkins Carter, toma por vez primera el Mallete Rector de la Respetable Logia
Voltaire N° 18, marcando una indeleble impronta filantrópica y de desarrollo
ciudadano en la mente y corazón de generaciones de Aprendices, Compañeros y
Maestros que han nacido en su seno logial, cristalizando ello en obras
verdaderas, en los más diversos ámbitos de nuestro Talca.
El otro día, llegando
a nuestra ciudad, un colega me pidió lo dejara en Varoli (el recordado
deportista); pasamos con los otros acompañantes frente a la escuela pública
Héctor Perez Biott; vimos transitar con urgencia un carro del Cuerpo de
Bomberos con el nombre de Salustio Sánchez; al pasar por nuestra vieja
Intendencia Regional recordé a diversos Intendentes, Gobernadores, Seremis y
Consejeros Regionales, Juan Miño B., uno de varios; frente a la antigua Corte
de Apelaciones me vino a la mente Humberto Correa Labra quién fuera después
Presidente de la Corte Suprema; transitamos luego frente a la Casa Central de
la Universidad de Talca, la que ayudó a fundar Lautaro Mardones; pasamos
también por el INSUCO que lleva por nombre Luis Maldonado… En fin, al observar
la municipalidad estaba allí Jorge Cabello P., Hijo Ilustre de Talca, médico de
los pobres, diputado, concejal y vecino querido.
¿Qué de común tienen
todos ellos, y otros muchos egregios sin nombrar?
Es que todos ellos, no
solo son hijos de la Logia Voltaire 18, sino que además empuñaron, al igual que
Jenkins, su “Mallete Rector”. Ello tiene su mérito pues se trata de hombres de
carne y espíritu; de padres de familia que en su tiempo libre continúan
laborando con la certeza que el “trabajo todo lo vence”; nutriéndose del “Libro
de la Naturaleza” en la búsqueda de la Verdad; y luchando por la Patria y la
Educación de nuestro pueblo, en la perspectiva de que un mundo sustentado en el
Amor Fraternal puedes ser mejor que el que vivimos.
¡Qué homenaje para Voltaire!
MBA. Universidad de
Talca.