sábado, 31 de agosto de 2013

Reconciliación: Senador Larraín


*Jorge Navarrete Bustamante

Hace algún tiempo conversando con queridos amigos, uno de ellos al parecer matizaba en que los crímenes que vulneraron los Derechos Humanos por quienes detentaron el control más absoluto no de un gobierno sino del Estado de Chile (por ello es clasificado universalmente como dictadura), se explicaba por la ingobernabilidad e inspiración rupturista de algunos partidos hace 40 años, en el contexto de la llamada “guerra fría” mundial.

Me preguntaba mi amigo, si existía un gobierno que, a pesar de cometer crímenes de lesa humanidad, había sido tan modernizador como el de Pinochet.

Sentí que detrás de ello había más que la mal entendida lealtad hacia instituciones -y no hacia valores morales-, una mal concebida afección; ya sea porque un familiar perteneció a las FFAA; porque eventualmente se amenazaron bienes de su entorno en el gobierno derrocado, o porque en el conservador círculo en el que él interactúa le influía a no explicitar alguna vez siquiera lo obvio: que el periodo de Pinochet fue una dictadura.

Mi amigo no le debe su buen desempeño empresarial a granjerías de la dictadura. No, él es un hombre honesto, y ello lo ha logrado con gran esfuerzo personal. Pero, noté que el tema de los Derechos Humanos en Chile durante años le incomodaba: prefería “mirar al futuro -decía-, ello nos une a todos”… “y el pasado siempre divide a las personas”.

Ello ha dificultado la reconciliación en nuestra patria; porque la memoria es la esencia misma de los seres humanos. Ella nos permite detectar lo que no debiéramos hacer para evitar el dolor o la pérdida de nuestra dignidad. Y en ella, la Verdad como la Justicia, son pilares fundamentales. Vigas maestras de la paz.

Mi amigo, resolvió ya ese vital dilema axiológico.

Por ello respeto mucho lo declarado por el senador Larraín, pues entraña coraje moral para enfrentar a otros, aún en la UDI, su partido político; como por ejemplo, al senador Coloma que suele –se dice- “con calculadora en mano, operar”, cuando no empatar o matizar acciones de lesa humanidad como las señaladas; además de quizás incidir en el reconocimiento de los enormes meritos de su hijo para el distrito en que estuvo como diputado, cuál si fuera ello tan hereditario como en una democracia de hojarasca.

 En el senador Larraín vemos expresiones -más allá del tiempo transcurrido- de integridad moral, decencia republicana y linaje de estadista.

El perdón sincero del senador Larraín caló hondo como el del ex presidente Aylwin hace ya décadas, o como el de algunos partidos responsables de la crisis hace 40 años.

El valiente perdón personal del señor Hernán Larraín, puede ser emulado por personas de valía en su propia colectividad, y también por instituciones que no lo han hecho como El Mercurio, entre otros.

En definitiva, nunca es tarde para pedir perdón, ni para ser perdonado, por la reconciliación de Chile y su destino.


Magister en Políticas Públicas. Universidad Adolfo Ibañez.

jueves, 22 de agosto de 2013

Chile: 95 propuestas



*Jorge Navarrete Bustamante

Ayer el rector de la Universidad de Talca, profesor doctor Alvaro Rojas Marín, inauguro Seminario “95 Propuestas para un Chile Mejor” en base a documento elaborado por el Grupo Res Pública dirigido por Klaus Schmitdt – Hebbel; Andrea Tokman y Alejandro Ferreiro.

Fue uno de los mejores eventos de presente año tanto por la riqueza de las propuestas como la versatilidad de sus autores, las que precisamente fueron comentadas ayer por los senadores Andrés Zaldivar y Hernán Larraín.

La línea de base, reconocida por todos, fue que en nuestro país ha avanzado mucho en estos últimas dos décadas; sin embargo, debemos comprender mejor las complejidades que han acompañado dicho proceso como son las de una sociedad mucho más exigente, con aspiraciones concretas frente a las desigualdades, contradicciones y retrasos.

El rector Alvaro Rojas puso en el centro de la discusión el tema de la descentralización tanto añorada, y a la vez demorada por el centro político. La elección de Intendente (al 2016), la conformación de un gabinete netamente regional; la transferencia de competencia de real jerarquía; y la descentralización fiscal, fueron el reto que planteo coincidiendo con ex ministro Ferreiro y el senador Zaldivar. Asimismo, el tema de fortalecer la propuesta en educación superior fue elocuentemente expuesto.

De verdad fue altamente positiva la exposición de dos legisladores brillantes como la de los senadores Larraín y Zaldivar, quienes coincidieron –y en esto no hubo dos opiniones en todos los presentes- que la problemática fundamental hoy es la pésima distribución de ingreso que presenta Chile, concordando además que la superación de ello es la de un equilibrado proceso paulatino en lograr un punto de inflexión para mejorar en el índice de Gini sin perder el crecimiento.

También se coincidió en algo ya manifestado tantas veces en esta columna: el mejoramiento de la calidad de la educación a fin de terminar con la disgregada sociedad que hoy tenemos en nuestro país para lo cual una reforma tributaria resulta insoslayable, como asimismo el cambio de actual sistema binominal.
En definitiva, hubo más puntos de acercamiento que los intuidos por los presentes… Ello habla bien de Chile y de sus capacidades para ponerse de acuerdo y superar momentos complejos como por los que hoy transita nuestra patria.

MBA: Universidad de Talca.