miércoles, 10 de agosto de 2011

¡Quo Vadis, Chile!

¡Quo Vadis, Chile!

*Jorge Navarrete Bustamante

La siempre esperada encuesta CEP no será el último trago amargo que le espera a nuestras instituciones públicas y factuales –al sistema político económico en general- si no hay una atmósfera adecuada y instancia concreta de diálogo.

Es que Chile vive una situación nueva. Hay fuerte cuestionamiento a un poder político, económico y cultural que millones de chilenas y chilenos perciben ajeno porque no les protege.

Ya lo hemos dicho antes desde esta columna: la política importa.

Empero, tal vez quienes aún detentan algún poder, y desprecian la política, no tienen claro cuáles son los cambios que ésta requiere.

Hay que actuar más que verbalizar, a veces con velocidad, en otras colocando pilares sólidos para cambios estructurales cuyo impacto será de más largo aliento.

En efecto, lo primero es asignarle a la política y a las instituciones chilenas la legitimidad perdida. Leer bien las demandas para edificar respuestas pertinentes. Construir puentes. Dialogar sin descalificaciones y sobre ideologismos.

Ciertamente, se percibe tres problemáticas sustantivas y vinculantes:

1.- Terminar con el lucro en la educación. Que el Estado de Chile, a lo menos, no continúe dando dineros de todos los chilenos a establecimientos privados; y que garantice el acceso a la educación superior a todo joven chileno sólo de acuerdo a sus méritos, independiente de su condición económica, lo que requiere, según cálculos recientes, entre 1,5 a 2 por ciento del PGB de Chile; por lo tanto, para ser serios en su financiamiento hay que avanzar en una reforma tributaria, y explicitar la autoridad su postura cuanto antes;

2.- Establecer una reforma tributaria que recorte impuestos a las personas y los incremente a las grandes empresas, con el fin de financiar una educación pública gratuita de real calidad, hoy de las más onerosas del mundo; y cuyas respuestas no se perciben claras ni concretas;

3. Reformar la Constitución Política del Estado en pos de profundizar nuestra democracia, vía estableciendo Plebiscito –previa elaboración de las preguntas con representantes del Ejecutivo, Congreso y de las organizaciones sociales- para el pronunciamiento directo de la ciudadanía; y abolir el sistema binominal pues en la práctica ha perpetuado la designación de senadores y diputados debilitando con ello la legitimidad de sus respectivas representaciones;

Sobre esas tres problemáticas hay una evidente y constatada mayoría nacional. Lo mismo sobre la pésima distribución del ingreso de las que son sus lamentables consecuencias.

Sin embargo, “las conversaciones” parecen “bordear” tales exigencias ciudadanas… parecen evasivas o dilatorias… “coqueteando” con instituciones fácticas para una mediación pues la deliberada táctica de algunos – esa del “diálogo de “sordos”- es para externalizar el epicentro del conflicto.

Así, los anuncios de marchas, tomas y huelgas continúan quién sabe por cuánto tiempo

¿Cuánto tiempo debe esperar Chile para resolver una problemática estructural -que a ojos de la propia OECD- es imperioso institucionalmente solucionar de una buena vez?

Estamos cerca de “tocar fondo”. Es hora de decisiones fundamentales.

¡Quo Vadis, Chile!

MBA. Universidad de Talca.

1 comentario:

  1. Jorge, gobierno del Presidente Frei, encuesta CEP en medio de la "crisis asiática", 28% de aprobación. Nadie de la actual oposición, ni de la oposición de entonces criticó al entonces mandatario, ni menos habló de ingobernabilidad. ¡qué distinto los tiempos!
    Nelson Escobar

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