RURALIDAD Y POLÍTICA DE DESARROLLO RURAL EN EL MAULE


Sueños del Maule.


Publicada en mayo de 2008. Diario El Centro.

*Jorge Navarrete Bustamante.

El Maule se plantea la presente centuria liderando el cambio hacia la sociedad del conocimiento como ya lideró la revolución vitivinícola, hortofrutícola, forestal y energética en el siglos XX,  y la revolución del Independencia en el siglo XIX.

La educación, el empleo y la actividad económica constituyen vectores principales de transformación de nuestra región. Queremos una región con educación de excelencia, con más empleos, con más actividad económica y con más empresas. Esta voluntad se enmarca en una de las preocupaciones básicas de la gobernanza regional: Empleo para todos y para todas.

Queremos educación de calidad pues es la principal palanca de cambio societal. Es posible contar con más personas íntegras e integrales, podemos aprender a aprender, somos capaces de aprender haciendo, aprenderemos a desaprender, avanzaremos hacia una mejor gestión del cambio, aprenderemos más a innovar.

Queremos empresas con futuro, competitivas y creativas. Empresas que se abren al mundo, que crean redes, que incorporen las nuevas tecnologías, que innoven en productos y en procesos, que dan respuestas a las nuevas demandas y que crean empleos.

La gobernabilidad democrática ha aportado cuantitativa y cualitativa en la adaptación de los maulinos y de sus empresas a los nuevos parámetros de la globalización y de la sociedad del conocimiento. Podemos avanzar más y sin pausa  estimulando la cultura del emprendimiento, ampliando la presencia de la mujer en el mundo laboral y de la empresa, fortaleciendo los valores de la familia y contribuyendo a la gestación de nuestra identidad maulina.

Nos interesa el futuro porque allá estarán nuestros hijos.

La “Carta de Navegación” Maule 2020 que se entregará en los próximos días al Intendente Regional, y que enrumba nuestra región hacia nuevos estadios de desarrollo, es producto de las expresadas aspiraciones de agentes privados y públicos cuya alianza sostenible permitirá generar más y mejores ideas, promover iniciativas vigentes y ser una región con más emprendedores y cohesionada en todo el sentido de la palabra. 

El Maule mira hacia adelante y lo quiere hacer con calidad y proyectos de futuro.

Es el sentir y el pensar de millares de maulinos y maulinas que en síntesis aspiran vivir en una región genuinamente a escala humana.

*MBA. Universidad de Talca.





Ruralidad del Maule.

Publicada en mayo 7 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante

La Universidad de Talca y el Gobierno Regional -específicamente la División de Desarrollo Regional-, están elaborando la Política de Desarrollo Rural para la Región del Maule. Hecho sin precedente en la región, y singular por tratarse de la más rural del país.  

Para ello se ha realizado 10 talleres territoriales y temáticos, y un Seminario Internacional, entre innumerables horas de trabajo de procesamiento de información primaria y secundaria. Ello adquiere especial preponderancia dado que la política en comento debe contener dos enfoques trascendente: el territorial y el de género.

En la actualidad, ya se está culminando la primera etapa – de un total de cuatro- que corresponde al diagnóstico rural, y se inicia la de priorización de problemas y soluciones en base a la metodología de Ishikawa (diagrama causa - efecto), para culminar con los lineamientos y política de desarrollo rural e indicadores.

Entre las principales conclusiones del diagnóstico resalta:

Como primera conclusión general, que la Región del Maule es la más rural de Chile  (33,6%). Sólo 7 de las 30 comunas presentan niveles de ruralidad inferiores al 30% (Talca, Curicó, Linares, Constitución, Cauquenes, Molina y Parral). Las 23 comunas restantes refugian al 37% de los y las habitantes, y sus niveles de ruralidad alcanzan un promedio de 64%, variando entre 40% y 90%, siendo la comuna de Yerbas Buenas la que posee el más alto porcentaje de toda la Región.

Empero, ello es una definición necesaria pero no suficiente para abarcar la profundidad de la ruralidad del Maule. En efecto, hay que usar el concepto de ruralidad en su sentido amplio. Así el objeto principal de referencia son los territorios donde la actividad económica rural sea preponderante. Es así que se incorporó al objeto de análisis no sólo los pueblos, aldeas y caseríos, sino también las ciudades de los territorios rurales, que tejen entre sí, y con sus pueblos y aldeas, redes de comunicaciónes e intercambio cada vez más complejas y densas.

Así concebida la ruralidad en la región del Maule, es mucho más grande de lo que suele pensarse (cerca de 1,4 vez más la cantidad de población que hoy es definida como rural a partir de la definición oficial).

Por ello, en ningún caso puede decirse de ella que esté desapareciendo, por el contrario, como se constató la ruralidad del maulina está llena de potencialidad y desafíos.

Ruralidad del Maule II

Publicada en mayo 20 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante

La región del Maule presenta una nueva ruralidad producto de un nuevo contexto mundial y nacional. Ello ha entrañado esfuerzos reconocibles por superar problemas endémicos del Maule rural: aumentar la productividad; un continuo permanente por superar la pobreza y la marginalidad; mejoramiento de la educación pertinente y de calidad; incremento de la velocidad en materias de equilibrio territorial; rescate y potenciación de los valores culturales; avance en la conservación de  la biodiversidad y de los recursos naturales; aumento de los niveles de participación para fortalecer la calidad de la política, el desarrollo democráticos, la ciudadanía rural y el desarrollo de actividades afirmativas para viabilizar la participación de mujeres y jóvenes en el desarrollo regional y nacional, desde la ruralidad maulina.

Lo anterior, ha tenido un impacto diferenciado en el Maule rural debido –entre otras razones- a las ventajas comparativas específicas de cada territorio, a políticas públicas más bien genéricas, a una focalización insuficiente, a instrumentos perfectibles, al letargo e insuficiencia en el financiamiento de actividades rurales no agrícolas, a inhibición a los cambios de un segmento de la población, y a que los recursos son también insuficientes.

En suma, y ésta es la segunda conclusión general, la ruralidad en la región del Maule presenta rasgos nuevos aunque está lejos de alcanzar una cobertura totalmente homogénea. Ello se expresa -por ejemplo- entre dos comunas situadas en el eje central o de la depresión intermedia, Romeral y Retiro. Ambas se diferencian en el ámbito de los ingresos; índice de escolaridad; niveles de internacionalización de sus actividades productivas; grados de innovación en sus quehaceres económicos, entre otros aspectos.

Asimismo, se evidencia una multifuncionalidad del sector silvoagropecuario maulino. Ello se define como la totalidad de productos, servicios y externalidades creados por dicha actividad productiva y que tienen un impacto directo o indirecto sobre la economía y la sociedad en su conjunto. Estas producciones conjuntas presentan en el Maule la característica de ser poco o mal reguladas por el mercado, en particular aquellas que tienen una incidencia social o ambiental.

En la región del Maule, y ésta es la tercera conclusión genérica, se evidencia que la multifuncionalidad agropecuaria y sus efectos, es un tema incompleto, segmentado y/o atomizado en la agenda regional, tanto desde la perspectiva de la planificación como de políticas públicas.
Por ello, la rehabilitación de la dimensión territorial no deja ser prometedora puesto que ofrece un marco accesible para la definición de las opciones colectivas y un nivel de integración para las políticas públicas.
Iniciar debates generados por la Multifuncionalidad y la Nueva Ruralidad maulina puede contribuir en este aspecto.
Continuará.


Ruralidad del Maule III.

Publicada en mayo 27 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante.

Indudablemente la situación de la población del Maule rural, y esta es la cuarta conclusión genérica, presenta sustanciales mejorías. La pobreza rural descendió más que el promedio nacional  (5,4 por ciento, cifra mayor a la alcanzada a nivel nacional que fue de un 5,0 por ciento). En la región del Maule un 13,7 por ciento corresponde a pobreza rural y un 19,7 por ciento a pobreza urbana.

En cuanto a la distribución de ingreso la región presenta una severa diferenciación entre las dos ciudades de mayor jerarquía urbana con respecto a las comunas rurales. Así, Curicó ostenta ingresos promedio de sobre $635 mil pesos, y Talca supera los 500 mil pesos; en cambio, la comuna de Retiro no supera los $200 mil pesos, y San Clemente con Cauquenes se empinan levemente sobre los $300 mil pesos. Todo ello en un universo en que la región del Maule presenta las remuneraciones más bajas del país, con la consiguiente inequidad para las mujeres que perciben ingresos menores que los hombres por realizar la misma actividad de sobre un 30 por ciento.

Con respecto al mercado laboral, la región del Maule al igual que en el resto del país, las posibilidades de empleo en la región son menores para mujeres y jóvenes, sobre todo si pertenecen a los grupos más pobres.

Con respecto al acceso a servicios públicos maulinos; el analfabetismo exhibe una diferencia considerable con respecto a los centros urbanos y, en los productores, éstos en una amplísima mayoría no terminan enseñanza básica. No obstante, el porcentaje de la población joven que asiste a los centros educativos es, aunque con poca diferencia, ligeramente mayor entre las personas residentes en los centros urbanos.

La red vial de la región se encuentra pavimentada en un 20 por ciento, y los caminos secundarios productivos por mejorar, ya se encuentra en la planificación en el plan de competitividad de vialidad.   

El fenómeno migratorio –quinta conclusión general- constituye uno de los procesos que más ha marcado la sociedad del Maule rural. El año 1992 el Maule tenía 40 por ciento de población rural, en el 2002 descendió al 33,6 por ciento. Y, para el año 2020, se espera no alejarse demasiado de la proporción actual, llegando a un nivel del 32,1 por ciento de ruralidad, pero con una diferencia entre la fracción de hombres y mujeres levemente menor: 16,4 por ciento hombre  rural, 15,7 por ciento mujer rural.

Indudablemente, la aún  incidencia de la pobreza, más específicamente de la indigencia, y, especialmente, de la búsqueda de nuevas oportunidades de jóvenes y mujeres está asociada a la emigración de la población rural y, por tanto, al envejecimiento de la población rural. He aquí uno de los principales desafíos que tiene la le región toda, la de incrementar la calidad de vida –que entraña la satisfacción de expectativas y de una vidas plena- en la ruralidad del Maule.

MBA. Universidad de Talca.






Política de Desarrollo Rural .

Publicada en febreo  5 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante.

La Universidad de Talca (UTAL), a través del Centro de Estudios Regionales, se adjudicó en licitación pública el estudio para elaborar la Política de Desarrollo Rural de la Región del Maule en conjunto con el la División de Desarrollo Regional (DDR) del Gobierno Regional (GORE).

Para ello se configurado un muy buen equipo de profesionales de la UTAL y externos con el propósito de terminar la propuesta en comento en mayo. Se trata de un proyecto delicado  toda vez que se circuscribe a la región más rural de Chile, desagregado en los siete territorios que ésta ha establecido y con enfoque de género.

Hasta el momento se han desarrollado los siete talleres territoriales con el propósito de levantar y/o validar información necesaria para construir el diagnóstico de la ruralidad en nuestra región, documento que ya fue entregado.

Es necsario empezar con algunas definiciones básicas a la hora de construir una política de ésta naturaleza.

¿A que se denomina Medio Rural?

El medio rural suele ser definido como el conjunto de regiones o zonas cuya población desarrolla diversas actividades o se desempeña en distintos sectores, como la agricultura, la artesanía, las industrias pequeñas y medianas, el comercio, los servicios, la ganadería, la pesca, la minería, la extracción de recursos naturales y el turismo, entre otros. En dichas regiones o zonas hay asentamientos que se relacionan entre sí y con el exterior, y en los cuales interactúan una serie de instituciones, públicas y privadas.

Por tanto, el Medio o Espacio rural, contiene un tejido económico social¸comprende un conjunto de personas, territorio (habtes/km2), culturas y actividades diversas; sirve de amortiguador y de espacio regenerador para el equilibrio ecológico.

Y ¿A que se llama desarrollo rural?

El desarrollo rural se entiende hoy, en un sentido amplio, al decir de Ceña, como “...un proceso de mejora del nivel del bienestar de la población rural y de la contribución que el medio rural hace de forma más general al bienestar de la población en su conjunto, ya sea urbana o rural, con su base de recursos naturales...”

También se le concibe, al decir de Valcárcel-Resalts, como el proceso localizado de cambio social y crecimiento económico sostenible, que tiene por finalidad el progreso permanente de la comunidad rural y de cada individuo integrado en ella.

Por último, una connotación más –de las muchas existentes- pero que la OECD también considera sobre el tema es la entregada por Marquez, y que señala:  Proceso de crecimiento económico y cambio estructural para mejorar las condiciones de vida de la población local que habita un espacio e identifica tres dimensiones: la económica, la sociocultural y la político administrativa. Este proceso pretende mejorar las condiciones de vida y trabajo, creando puestos de trabajo y riqueza a la vez que es compatible con la preservación del medio y uso sostenible de los recursos naturales.

Continuará.

Política de Desarrollo Rural II

Publicada en febreo 12 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante

La semana pasada nos referimos escuetamente a lo que se entiende por medio y desarrollo rural, en el marco de la Política de Desarrollo Rural, que está elaborando el Centro de Estudios Regionales de la Universidad de Talca (CER UTAL) en conjunto con la DDR del Gobierno Regional.
Una cavilación más sobre desarrollo rural (pues hay enfoques endógenos, integrado, locales, entre otros, sobre ésta materia). En efecto, el desarrollo rural en su enfoque territorial, al decir de Martine Dirven, se debe entender como una unidad de gestión, planificación y recursos en una localización geográfica específica, como un escenario de relaciones productivas, sociales y de género, y de identidades particulares construidas social y culturalmente, así como de distintas “distancias” que implican costos de transacción.

En fin -pues hay mucho más sobre el particular-, Berdegué plantea que es necesario concebir al territorio, no como un espacio físico “objetivamente existente”, sino como una construcción social, es decir, como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartidos por múltiples agentes públicos y privados, aunque muchas veces esa construcción implique transitar por procesos de conflicto y negociación.

Siendo más explícito, apuntando a lo concreto, y sustentado en los siete talleres realizados en los territorios de nuestra región en el estudio en comento, más la información secundaria disponible ¿Qué objetivos posibles pudiera tener el desarrollo rural en una región como el Maule?
A lo menos los siguientes y, que como verá no son para nada originales pues las problemáticas son muy similares a las otras regiones de América Latina o de la propia Europa: Frenar el éxodo de los jóvenes para evitar el envejecimiento de la población rural; fomentar el empleo: diversificación y formación; mejorar la calidad de vida: educación, sanidad e infraestructuras; preservar el medio ambiente; mantener el sector agrario: alimentos+cultura+paisaje+medio ambiente; abordar el ordenamiento territorial, y diseñar políticas flexibles que se adapten a un medio rural heterogéneo.
Y, a costa de pecar de reduccionista ¿a que se denomina Política de Desarrollo Rural?
Continuará.
Política de Desarrollo Rural III

Publicada en febreo 19 de 2009, en Diario El Centro de la Región del Maule.

*Jorge Navarrete Bustamante

Se ha definido en la columnas anteriores los conceptos de Medio Rural y de Desarrollo Rural, en el marco de la Política de Desarrollo Rural que el Centro de Estudios regionales de la Universidad de Talca está construyendo en conjunto con la División de Desarrollo Regional del GORE.

¿Qué es una Política de Desarrollo Rural?

Hay muchas definiciones sobre ella pero asumiremos la que aplica la Organización para Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD), que agrupa a los principales países emergente y desarrolldos, y a la cual pronto se incorporará Chile.

Esta señala que la Política de Desarrollo Rural se define como el “conjunto de actividades preferentemente públicas de planificación y ejecución del sector público que inciden en el desarrollo de los rubros productivos y áreas rurales” .

Ello trasunta una agricultura viable, pero también una diversificación económica. Sin embargo, una política de desarrollo, así como los programas o proyectos de la misma índole tienen un denominador común: el factor social como protagonista y que interviene como planificador y/o beneficiario.

Efectivamente, detrás de todo este proceso se encuentran persona, agricultores y agricultoras, hombres y mujeres que conforman un tejido socioeconómico, caracterizado por un conjunto variado de problemas tales como la dificultad en el acceso a la información/formación, una escasa competitividad de sus explotaciones, la aparición de problemas medioambientales (contaminación acuíferos, pérdida de fertilidad del suelo), etc.

En este contexto, la formulación de una política de desarrollo rural, basada en una serie de objetivos e implementada a través de un variado conjunto de medidas, ha de contribuir a mejorar la situación socioeconómica de las personas que habitan en el medio rural permitiéndoles superar las deficiencias anteriormente mencionadas y construyendo un futuro para el medio rural, haciendo de éste un espacio vivo y dinámico.

Después de haberse realizado siete talleres en los siete territorios del Maule, entrevistas estructuradas y análisis de información secundaria, (y faltando mucho por hacer en prospectiva), pudiera aún a modo de hipótesis esbozarse –sólo para ser algo ilustrativo- el objetivo de una política de desarrollo rural para nuestra región: “Hacer de las zonas rurales del Maule un lugar más atractivo en donde vivir y trabajar” en un espacio en donde puedan encontrar una vida mejor personas cada vez más diversas de todas las edades, revirtiendo el proceso de envejecimiento y despoblación de las mismas, dotándolas de medios para que generen su propio desarrollo, se adapten a las nuevas circunstancias económicas y sean valoradas como merecen por el conjunto de la sociedad.
MBA. Universidad de Talca.