miércoles, 31 de marzo de 2010

Confianza e Iglesia

Confianza e Iglesia

Publicado en abril 01 de 2010. Diario Centro de la Región del Maule

En todos los medios de comunicación nacional e internacional se ha abordado y profundizado el tema. Menos en nuestra región. Se podrá decir que no interesa por lo doloroso de lo vivido en estas últimas semanas, u otra vaga razón.

Lo que ocurre es que acá nunca se considera oportuno asumir cuestionables actitudes de la Iglesia. Casi no se habla. Ni en la prensa escrita ni audio visual. Por el contrario, abundan coberturas a conferencias de prensa, a convocatorias a actividades hacia su grey, y del recuento de las mismas.

Ello me parece bien para todas las instituciones religiosas. Pero también debe hacerse para cuando hay errores y horrores como los denunciados hace algunos días por las víctimas, y las explicaciones de la institución de los victimarios.

Salvo honrosas excepciones en el pasado se constata algunos pronunciamientos relacionados que generan reacciones más bien vicerales, catalizando estériles presiones de todo tipo al medio que lo editó, así como a las fuentes laborales e instituciones a las que pertenece el autor de la crónica.

Yo he vivido eso.

Me refiero a los temas de la sexualidad y la postura de la institucionalidad eclesiástica católica.

Amigo lector, en la sociedad humana –cualquiera sea su carácter- las instituciones deben encarnar una condición esencial para su eficaz funcionamiento, la confianza.

Ello aplica para el Estado como para el Mercado. Pero también para los poderes fácticos. Este es el caso de la Iglesia Católica.

Así ha sido en el pasado. Así es hoy.

Empero, algo está pasando: cada vez más individuos y comunidades societales buscan el sentido de sus vidas en un diálogo directo con el Creador; es decir, sin intermediarios, o sin instituciones religiosas de por medio, tal vez debido a que éstas pudieran haber debilitado su coherencia con los postulados y doctrinas que pregonan.

Otras personas, quizás una creciente elite (el 60 % de los físicos anglosajones son agnósticos), buscan la Verdad premunidos de la razón, también de la intuición, y de los sentimientos. En efecto, con la ciencia como instrumento deletrean el Libro de la Naturaleza, descodifican las claves del Universo, y aproximan respuestas sobre el origen del mundo y de la Vida.

Indudablemente, la Fe en un Dios seguirá siendo importante para un segmento notable de las sociedades. Empero ya empieza a ser –a lo menos- opinable, si las instituciones que administran la Fe son necesarias para individuos cada vez más informados, críticos y libres en cuanto a su pensamiento, su expresión y su conciencia.

En el caso de nuestra sociedad occidental, ha sido recurrente lo que se percibe como incoherencia de la Iglesia Católica frente a temas que cada vez le concita fundados cuestionamientos, los de la sexualidad.

No es bueno para su grey ni para un país mayoritariamente católico que su iglesia retarde su solicitud de perdón a más de 30 años de denunciados los delitos de pedofilia, cuando mucho de los sacerdotes victimarios ya deben estar –según su creencia- en el infierno.

*Magister en Política Públicas. Universidad Adolfo Ibañez.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Gestión de una refundación.

Gestión de una refundación.

Publicada en marzo 25 de 2010. Diario El Centro de la Región del Maule

*Jorge Navarrete Bustamante.

La semana pasada propuse – más allá de la semántica- superar en la práctica, la mera reconstrucción por una efectiva refundación; la tabiquería barata por pilares sólidos; la hojarasca por la esencia urbana.

Ello no es fácil.

Cierto. Se requiere de mucha “transpiración” pero sobre todo de genuina “inspiración”.

Llegarán recursos para ello. Algunos para las emergencias, y otros –si así se define- para una refundación. Probablemente se considerarán cantidades insuficientes; pero por esto mismo, deben asignarse con eficiencia y con perspectiva de largo aliento.

Una acción eficaz del gasto público, con una mirada estratégica, es lo que más se requiere. Pero también se precisa, a nivel país, de una asignación diferenciada de recursos fiscales, en el que la Región del Maule tiene fundamentos de sobra para captarlos mayoritariamente.

En esta labor es vital la práxis de las autoridades regionales, locales y parlamentarias. Y en ello los liderazgos son desequilibrantes.

Nuestra región –salvo excepciones- ha tenido recurrentemente problemas de liderazgos y de una visión ampliamente compartida. Este es el momento preciso para revertir tal carencia o insuficiencia.

Tal vez sea necesario conformar a la brevedad un equipo público privado transversal -sin importar ideas ni credos-, o instituir una Agencia o Corporación que defina el Talca, Constitución, Iloca, o Cauquenes que queremos tener en el futuro; que construya un plan maestro re fundacional identificando las fuentes específicas y fundamentales de financiamiento; elabore un cronograma realista; establezca responsabilidades, y apoye la implementación de los proyectos refundacionales de las ciudades o localidades maulinas afectadas por el sismo con un plazo de diez años.

Las carteras con innovadores proyectos refundacionales deben entrar en gestación, y los elaboradores de los mismos, definidos con prontitud. El tiempo corre. Las inversiones públicas y privadas deben tramitarse con celeridad. La ejecución debe ser prolija como expedita.

Hay que evitar que el desempleo agobie a miles de hogares maulinos.

Resulta imprescindible, entonces, optimizar la capacidad de coordinación estratégica y la gestión pública en la ejecución de los proyectos y de las políticas públicas con sentido refundacional en el Maule.

Lo peor que puede ocurrir es que el Gobierno Regional o una Municipalidad, sean sobrepasados por la burocracia, por la incapacidad de innovar, por la falta de liderazgo, o por la descoordinación crónica en la gestión de la estrategia refundacional.

Dejarse llevar por la inercia o la improvisación gubernamental sería tan incomprensible como irresponsable.

Sí. Para producir una obra trascendente se requiere de un 10% de inspiración (una buena idea), y de un 90% de transpiración (una eficaz ejecución del proyecto).

¿Puede haber más trascendencia que refundar una ciudad agradable para vivir, y en el que pueden ser felices las personas?

Indudablemente, ello será más fácil si lo hacemos juntos.

MBA. Universidad de Talca.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Talca: la disyuntiva.

Talca: la disyuntiva.

*Jorge navarrete Bustamante

¡El centro de nuestra ciudad está plagado de escombros!

Ello más que un desastre es una oportunidad para refundar nuestra capital regional. Debemos y podemos construir una ciudad mejor que la que teníamos hasta el 27 de febrero.

No se trata de “parchar” o “enchular” nuestro querido Talca -como lo ha hecho el transporte colectivo con vehículos del año ´87- . Aquí no caben interese mezquinos ni nostalgias por volver pronto a lo que éramos.

¿Refundación o reconstrucción?

Más allá de lo semántico, tenemos la gran oportunidad de iniciar una efectiva refundación de Talca.

¡El sismo nos desafía a edificar una ciudad mejor a la que se desplomó!

Pero ello es una tarea de todos los talquinos y talquinas. De políticas públicas creativas y de un efectivo fortalecimiento del capital social sustentado en una genuina cultura de la solidaridad y de control social.

La unidad en la diversidad de todos los talquinos y talquinas, es imprescindible en la refundación de una nueva urbe que combine armoniosamente identidad con modernidad. Nadie sobra: gobierno y oposición; empresarios y trabajadores, Estado y Mercado, todos unidos por una voluntad compartida de refundación más que de reconstrucción.

Tenemos la oportunidad, la motivación y el deber de innovar.

Quizás por fin tengamos un estilo de ciudad o característica arquitectónica que nos identifique y nos distinga. Una estricta ordenanza municipal no estaría de más.

Edificaciones modernas y hermosas en diseños de casas de madera en barrios completos, tan propias de regiones forestales como la nuestra, puede ser una alternativa válida tal como hoy se aprecia en Canadá y EEUU, que además de ser sencillas de climatizar, son muy antisísmicas.

¿Por qué no impulsar el uso de energías renovables?

Construir edificaciones sostenibles es otra alternativa que no debiera menospreciarse y, que además, son cada vez más baratas de acceder.

Quizás también sea la ocasión del ensanchamiento de algunas vías de tránsito y de veredas en el centro de Talca; de soterrar la incontable cablería (que contamina visualmente nuestras calles además de ser peligrosa); de construir un espacio adecuado para el comercio ambulante donde estos realicen digna y formalmente su actividades; de embellecer y de asignarle seguridad a los espacios con una adecuada la iluminación; de recuperar y construir nuevas áreas verdes que permitan acoger y desarrollar actividades recreativas y culturales a sus habitantes.

Un llamado a concurso de urbanistas, arquitectos y planificadores urbano podría ser un primer paso para avanzar hacia una ciudad armónica, integrada y funcional.

En fin, Talca tiene la oportunidad de constituirse en una bella, amable, segura y agradable ciudad para vivir.

¡Qué gran oportunidad tenemos al fin, de contar con una ciudad de verdad a la altura de lo que se merecen nuestros hijos e hijas, y de una auténtica ciudad capital!

Indudablemente, todo será más fácil si lo hacemos juntos.

*MBA. Universidad de Talca.

martes, 16 de marzo de 2010

Maule y Miedos

Maule y Miedos

*Jorge Navarrete Bustamante

El inédito terremoto que destruyó parte de nuestras ciudades aún no se termina de aquilatar.

La naturaleza es así. A veces nos sorprende con su fuerza incontenible, como si quisiera decirnos algo.

¿Tiene que ver alguna fuerza suprahistórica en ello, o en las cosas llamemos buenas que nos entrega permanentemente el Universo? Pienso que no. Tampoco incide en la salvación de unos u otros. Simplemente, es un hecho natural.

Resurge en estas situaciones, como nunca antes, el Miedo.

En circunstancias como las vividas, suele renacer el “miedo hecho creencia”… o la “creencia hecha del miedo”.

En efecto, el miedo tiene “ojos grandes”, dice la jerga popular. Este llega a paralizar a algunas personas; otras se encomiendan a un supuesto Creador buscando la salvación en una suerte de “discriminación positiva”; otras se decepcionan de ese Dios por no impedir el dolor y hasta el derrumbe de sus propios lugares de oración. Y, los menos, objetivizan los hechos abrigados en el conocimiento de la naturaleza, en el saber científico, en la probabilidad, y en el devenir como fruto de sus propios actos.

En estos días he visto el miedo individual y colectivo. El miedo a lo peor. El miedo a la incertidumbre. El miedo a lo desconocido. El miedo a morir.

He visto en ellos el miedo hasta como una predisposición a lo que puede llegar, casi como una premonición que atenaza el corazón, que estrecha las miras y las entrañas, que busca explicar lo que todavía no ha ocurrido y que encuentra como mejor vehículo, sino a la religión, a la rebelión contra ésta por no impedir el sufrimiento vivido o por vivir; porque lo que depara el futuro es nebuloso, sin forma, o si no, demasiado evidente y tremendo como para aceptarlo, pues es la aniquilación que llega de la mano del morir.

¿Por qué temer a la muerte?

¿No es acaso la Vida parte de la Muerte, y la Muerte parte de la Vida? ¿No son ambas un continuom?

¿No cree que la Vida, aún con sus disímiles rostros, bien vale Vivirla?

Cierto, el terremoto y el tsunami que afectaron a Talca, y a otras ciudades de nuestra región, no son castigo de Dios ni nada que se le parezca; tampoco una prueba de su eventual existencia o inexistencia, ni de su poder para salvarnos a nosotros y condenar al resto.

No. Lo ocurrido es una manifestación propia de la naturaleza que tiene explicaciones geológicas y físicas, que nada tienen que ver con la religión, con fuerzas misteriosas, el ocultismo, el fetichistas, o sectas.

Sí, debemos tener Esperanza pero no en esa sustentada en un sentimiento de redención religiosa, sino en la Esperanza Activa de que nuestra propia praxis y potencia creadora nos permitirán probablemente superar estos difíciles momentos.

Debemos aprender a vencer nuestros miedos. He ahí el gran desafío del Maule.

Ese es el punto de partida para una efectiva resiliencia, una genuina fraternidad, y para un contenido verdadero y más trascendente de nuestras vidas.

*MBA. Universidad de Talca.