*Jorge Navarrete Bustamante
A tres años
del sismo, Talca ha logrado salir adelante. Los efectos del empoderado mercado
por sobre la acción del Estado, se ha expresado en el dinamismo mostrado por el
sector inmobiliario y del sector privado, pero también en el cambio de
composición social de quienes por décadas vivieron y convivieron en el centro
de Talca.
Se extrañó,
por tanto, un rol social y regulador del Estado más determinante ante tamaña
catástrofe.
Por su
parte, el accionar municipal ha demostrando estar a la altura de tamaño
desafío. Es que Talca puede y debe superar los estándares promedios de las
otras 15 ciudades capitales regionales.
Ello, lo
habíamos perdido: nuestra ciudad era más bien fea, contaminada, congestionada, e
inconfortable.
Cierto, aún
queda mucho de ello por revertir pero evidentemente se ha avanzado. Y es así
porque el actual proceso de desarrollo inmobiliario y de hermosamiento no
recuerda precedente en el pasado cercano; edificaciones de altura y de calidad
para ingresos medios alto; el ensanche de avenidas y de veredas son elocuentes;
los notables accesos a la ciudad; el apronte de embellecimiento con atractivas
luminarias y flores en sus calles, parques y ribera del río, son por todos
disfrutados.
El “casco o
zócalo central” de Talca empieza a percibirse inexorablemente como otra ciudad;
como una urbe más agradable para vivir.
Empero,
quedan tareas imprescindibles de asumir: soluciones dignas pero no
reproductoras del comercio informal, aún en estudio; gestar una cultura
ecológica con experiencias focalizadas en barrios de Talca; regular el congestionamiento
vehicular principalmente de taxis colectivos en pocas vías de tránsito; erradicar
micros aún de 1987 (situación que, como la anterior, no depende sólo de la
municipalidad sino que también de los propios gremios que presionan, y de
ministerios), tal vez empezando por contratar estudios de pre factibilidad y de
pre inversión para un Sistema de Tranvías Intermodal en las principales
arterias de Talca, son todas Iniciativas imprescindibles de asumir hoy, para ser
realidad en el mediano plazo.
Podemos en
conjunto pensar y construir una genuina urbe, con ordenanzas que reflejen la
identidad y cohesión social que la ciudadanía talquina lleva ancestralmente dentro.
Los temas
del destino de los terrenos de la actual cárcel de Talca ante eventual traslado,
y de FFCC en el entorno de la aún destruida estación nuestra, trascienden al
municipio pero puede éste liderar que las definiciones sean asumidas por
quienes correspondan.
La solución
del tema de las Escuelas Concentradas, requiere de conocer previamente la
propuesta alternativa (planos, maqueta, valor agregado que tendrán alumnos,
profesores y apoderados), antes de imponerse o de oponerse.
Hay entonces,
mucho por avanzar y también por escuchar; quizás un plebiscito comunal sirva
para despejar algunas de las controversiales señaladas.
Lo
importante, es que todas estas son precisamente las conversaciones y decisiones
que requiere una ciudad que realmente ya progresa.
MBA.
Universidad de Talca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario