Sociedad y Homosexualidad
*Jorge Navarrete Bustamante
Hoy día no escribiré sobre economía ni cifras. Me referiré a otro tema también importante como persona: Sociedad y homosexualidad.
Estimo un deber escribir de ello. Más aún en una sociedad maulina en que parece ser un tabú implantado por cierta religión como si se tratase de un pecado capital sin perdón.
Es que la condición biológica homosexual siempre ha sido cruelmente perseguida por regímenes totalitarios. No en la Grecia Clásica ni en la Roma Eterna. Pero sí en la Edad Media, por la hoguera católica, luego por el nazismo, y más tarde por el “ayatola jomeinismo”.
Dos párrafos pudieran explicar el por qué en nuestra rural sociedad maulina la homosexualidad es tratada aún como tabú:
- La Congregación para la Doctrina de la Fe declaró en 1975 que la homosexualidad: “En las Sagradas Escrituras están condenados como graves depravaciones e incluso presentados como la triste consecuencia de una repulsa de Dios".
- En 1992, la misma Congregación, luego de reconocer que los homosexuales eran personas con derecho a la vivienda, a un trabajo…, sentencia: “Pero estos derechos no son absolutos; pueden ser limitados legítimamente ante desórdenes externos de conducta... Existen áreas en las que no es una discriminación injusta tener en cuenta la inclinación sexual, por ejemplo en la adopción o el cuidado de niños, en empleos como el de maestros o entrenadores de deportes y en el reclutamiento militar...`La orientación sexual´ no constituye una cualidad comparable a la raza, el grupo étnico, etc., con respecto a la no discriminación. A diferencia de éstas, la orientación homosexual es un desorden objetivo"
¡Sin comentarios!
Si ese tipo de persecuciones y predicamentos hubiesen sido “exitosos” a lo largo de la historia, el mundo no justipreciaría la grandeza de Alejandro Magno, la sabiduría de Sócrates, la genialidad del maestro Leonardo Da Vinci o la excelencia musical de Tchaikovsky; tampoco nuestros niños y niñas conocerían la sensibilidad de nuestra Gabriela, ni la humanidad piadosa de Florence Nightingale, por destacar una ínfima contribución del global aporte de homosexuales al desarrollo de la humanidad.
Hoy día, pocos maulinos asumen que se trata a lo menos de 350 millones de seres humanos a escala planetaria, y de un millón de chilenas y chilenos a los cuales se les vulneran sus derechos de persona, a veces laborales, e indudablemente civiles; y en la niñez y adolescencia dolorosamente se les discrimina y estigmatiza.
Pareciera ser que a veces en nuestra sociedad maulina “es mejor” callar o la indiferencia; la mojigata expresión beata o la artera sorna machista; la homofobia abierta y encubierta o simplemente la intolerancia.
Francamente, ¡Insólito!
El matrimonio entre personas del mismo sexo existe como inclusión social en Estados desarrollados, competitivos y además ultra católicos, como España, Ciudad de México, Portugal. Pero también en Suecia, Noruega, Bélgica, Canadá, Washington, D.C., Islandia, Países Bajos, entre otros.
Ayer, Argentina enseñó sobre cómo agregar valor a una sociedad. Un parlamentario, aseveró, eso es “jugarse claramente por la igualdad y por hacer respetar los principios de un Estado laico”.
¡Hoy día el mundo es un poco más justo que ayer!
Magister en Políticas Públicas. Universidad Adolfo Ibañez.
En relación a Argentina, como experiencia histórica y humana, la paternidad y maternidad entre homosexuales es una posibilidad absolutamente novedosa, y fomentada en parte por el desarrollo técnico (vientres de alquiler, inseminación artificial, compra y venta de óvulos y espermatozoides, clonación etc...). Es legítimo preguntarse que ocurrirá con los hijos cuando sean conscientes de su peculiar realidad familiar, y si no quedarán innecesariamente expuestos "A la burla y el desprecio de los compañeros de colegio o de los que previamente fueron sus amigos". Empero, obviamente, si se pensara en el mal inevitable con que topamos en el mundo como consecuencia de la libertad humana, y que todos sufrimos por igual, nadie tendría hijos, también los heterosexuales.
ResponderEliminarGracias por tu inteligente comentario.
ResponderEliminarDe nuevo los temas de la ética y de la Bioética...nos desafían...Así como las rigideces culturales nos provocan...y obstaculiza las libertades.
Más aún cuando los potenciales perjudicados pueden ser personas indefensas como los niños...
Y, de verdad, no existe evidencia empírica sobre ello... Aunque expertos dicen que pronto la habrá y se despejará la incógnita en la línea que actualmente varios países han escogido...
Espero sea así ... y pronto.
Jorge, independiente del modelo religioso o político, la sexualidad de las personas es una circunstancia enteramente privada, por lo menos en la sociedad que vivimos, incluso los homosexuales asumidos, no creo que ventilen públicamente lo que hacen entre las sábanas. Creo que en la actualidad nadie se llama a demasiado escándalo cuando se entera que este o aquella han optado por una relación distinta a lo que la estructura normal de la fisiología humana a definido en su largo proceso evolutivo, salvo casos evidentes de combinatorias genéticas inexplicables. Distinto es el caso de escoger en la "conciencia externa", un cambio de "software". Así y todo, en nuestro país y en muchas otras legislaciones comparadas, la homosexualidad ha sobrevivido por siglos, celebrando compromisos diversos de legalidad y afectividad. La pregunta es entonces: ¿por qué tanto simbolismo asociado? ¿desde cuando este afán de homologación conservadora representado en la institución del matrimonio? ¿no suena ello como una suerte de reacción histérica y una notoria estrategia política para ganar espacios públicos?, ¿todos los homosexuales quieren el matrimonio?.
ResponderEliminarAlguna vez asocie la condición homosexual a la ruptura, a la vanguardia y en general a la rebeldía, mas cuando observo este morbo mediático, se me generan legítimas dudas, en especial respecto de un político maquiavélico como Kirchner que no tiene escrúpulos en utilizar la ambiguedad sexual para sus fines electorales.
Tengo la certeza que Foucault o Donoso, vivieron sus respectivas sexualidades en un plano mucho más discreto. Quiero decir con ello, que existen ciertas categorías de personas con opciones particulares en lo sexual, que no quieren transformar sus afectos en caricaturas.
Finalmente, te puedo constatar casos de sujetos que hicieron el camino de vuelta, retornando a la virilidad original después de haber transitado tras la línea del enemigo.
Un abrazo y felicitaciones por tus comentarios e iniciativas.
N. Escobar
Amigo mío, un agrado de saber de ti... No pudimos conversar ayer pues debía venirme sí o sí...
ResponderEliminarLa idea es esa intercambiar opiniones... y de hecho ya ha ocurrido acá pues en un diario virtual, colocado ayer el artículo ha sido bastante leído ya, y cada vez más comentado...
Te adjunto la dirección de dicho periódico.
La dirección es:
http://www.elamaule.cl/admin/render/portada/
Mi gratitud y un fuerte abrazo.
Jorge
En nuestra época muchos de los que oyen calificar a la homosexualidad como un "trastorno antinatural " piensan que es la simple emisión de un epíteto,
ResponderEliminarde modo que no caracteriza el objeto así designado sino la actitud de quien lo pronuncia. Decir la "homosexualidad es antinatural" equivaldría a decir:
"a mí la homosexualidad no me gusta " o "yo soy homófobo". Sin embargo, es comprensible que aquella expresión sea considerada una injuria. Es que
durante siglos se ha pintado una imagen inexacta de la homosexuales. Ha pasado lo mismo que decía Szasz ocurrió con los negros: primero se les esclaviza
y después se apela a su condición de esclavos para explicar su inferioridad y justificar su esclavitud.
Decir "la homosexualidad es un trastorno antinatural" supone, en primer lugar poner la homosexualidad como un suceso natural, aunque sea en el sentido de antinatural.
Ahora bien, en la naturaleza no puede haber ningún hecho antinatural. "Trastorno antinatural" es una contradicción en los términos, como también esquizofrenia
antinatural, leucemia antinatural, vuelo antinatural de un avión, transmisiones antinaturales de un teléfono celular, etc.
Todo se considera bueno o malo, recto o torcido, sano o enfermo, extravagante o irregular, maravilloso o baladí se da igualmente en la naturaleza, según las
leyes mas o menos conocidas, y ya sea espontáneamente o producido por los hombres. Partiendo de lo que en ella observamos, nos plazca o no, de nada se puede decir que sea antinatural. La maduración y la degeneración, la perfección física o los teratomas. la vida y la muerte son todas naturales.
Lo importante que la sociedad no dejarse confundir con el pretexto falso y engañoso de que la homosexualidad sería una mera variante erótica normal, o que obedece
a trastornos psicotraumáticos infantiles que alterarían un aprendizaje correcto y adecuado. En realidad es un producto de la naturaleza, opaco e impenetrable como
todo lo que es natural, como la misma heterosexualidad y como todo lo que está dado en definitiva.
-Szasz T. El mito de la enfermedad mental. Amorrortu. Buenos Aires, Argentina. 2008
Un saludo siempre fraterno
Diego Poblete Urrutia