jueves, 8 de abril de 2010

Incoherencias en el Estado

Incoherencias en el Estado

Publicado en abril 08 de 2010, en Diario El Centro de la Región del Maule

*Jorge Navarrete Bustamante

El Estado es una experiencia de desarrollo que aflora en la época moderna -específicamente en el Renacimiento-, el cual supera las relaciones feudales de vasallaje entre los individuos, las instituciones, y reinos de la sociedad medieval.

El estado tiene por fin último el Bien Común, es decir, vela por el desarrollo de todos sus individuos por igual, sin distinción de ideas, raza, sexo o credo, por lo que debe recurrentemente nivelar las condiciones para que cada uno de sus miembros materialice, según sus capacidades, las oportunidades que le ofrece la vida.

Es decir, en un Estado de verdad no existen hijos ni instituciones predilectas o privilegiadas. Es lo contrario al monopolio económico, político o espiritual.

En efecto, vela hoy por un equilibrio entre Estado y Mercado; entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; e idéntico tratamiento hacia todas las religiones por igual, e inviolabilidad de la libertad de conciencia de cada uno de sus ciudadanos.

Ello quiere decir que en lo económico, el Estado debe complementarse y no confrontarse con el Mercado. En lo político, deben armonizarse y no entrometerse los poderes del Estado. Y en lo espiritual, debieran respetarse –y no aplicar conductas invasivas- las iglesias y los libertadores de conciencia, el Poder Espiritual como el Poder Temporal.

¿Cuáles son los límites en cada uno de ellos?

Las legislaciones son claras; pero son las personas, su ambición de poder y las circunstancias, las que rebalsan a veces esas fronteras tensionando a la sociedad y al Estado.

Ello ha ocurrido hace unos días con los nombramientos de Ministros y Subsecretarios. No pocos de estos eran socios propietarios o gerentes de empresas, y hoy, desde sus cargos en el gobierno, deben resolver “asuntos vinculantes nuevos o pendientes”.

Negocios y Política son incompatibles. Ello debe resolverse con inmediatez. Transfiriendo propiedad, y No formando fundaciones artificiosas.

Vinculado a lo anterior, ha sido el insólito absolutismo religioso en la conformación de esos equipos ministeriales y de subsecretarías: sobre un 82 % pertenecen a las universidades Católica (17 ministros hicieron su pregrado en la UC) y Los Andes (Opus Dei), entre otras. Sólo dos ministros son de la Universidad de Chile; ninguno de universidades regionales.

¿Es ello coherente en un Estado verdadero?

El ya invadido Estado Laico chileno, ni en dictadura estuvo tan vulnerable.

Empero, lo solicitado por el cardenal y monseñor Prech, en plena semana santa, de que la ley de donaciones incluya a la Iglesia Católica, y que el gobierno de Chile pida ayuda para ella a Estado extranjeros, indudablemente constituye a lo menos otra incoherencia más en el Estado Laico de hoy día.

Ayer el Pastor Hugo Nuñez me contaba cómo trabaja sólo con sus hermanos para reconstruir su bella Iglesia Presbiteriana de la dos Sur… y de su ocupación principal, con peculio propio, por los más pobres.

Qué ejemplo ¿Verdad?

*Magister en Políticas Públicas. Universidad Adolfo Ibañez.

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