jueves, 15 de abril de 2010

Prepotencia de la Curia

Prepotencia de la Curia

Publicada en diario El Centro, en abril 15 de 2010.

*Jorge Navarrete Bustamante

No quería escribir sobre esto.

Mi esposa, mi hija –ya lo he dicho antes-, y la mayoría de mis amigos profesan la Fe católica.

A cada uno de ellos los he respetado y amado profundamente.

He conocido sacerdotes consecuentes que me han distinguido con su amistad. Y a quienes les he rendido mi homenaje al momento de la despedida.

Siempre he valorado la Fe como un camino para darle sentido a la vida de quienes la profesan. Yo he encontrado el sentido de mi vida y de la filantropía por otra senda: Buscando la Verdad.

Ello no me hace mejor ni peor que un buen católico, evangélico, budista, musulmán, hinduista o judío que desea cumplir con su credo, o en el caso mío, con los dictados de mi propia consciencia.

Pero no se puede tolerar lo intolerable.

Prepotencia es lo que hemos los chilenos percibido cuando el guardaespaldas del Cardenal Bertone (el N°2 del vaticano) agredió a una mujer periodista el martes recién pasado por intentar ésta cumplir con la noble profesión de informar.

¡Aún no se conoce las excusas del mentado cardenal!

Tampoco se ha escuchado una explicación siquiera al centro de alumnos de esa universidad católica, que dignamente exigía respeto para las minorías sexuales, a las cuales el fraile con ignorancia y arrogancia atacaba como victimarios mayoritarios en los casos de pedofilia.

Ello sólo es la expresión de una lógica propia de la curia católica, practicada institucionalmente desde hace décadas sino de siglos, cómo el de pedir un tibio perdón ante lo ya irremediable; no demostrar arrepentimiento sincero sino cuando la sociedad entera ya no lo necesita ni lo valora; encubrir hasta lo incomprensible delitos cómo los ya evidentes para todo el mundo; victimizarse ante todo ello como si alguien quisiera destruir a toda la Iglesia y su Fe.

En efecto, ¿puede usted concebir que hace una semana la curia vaticana homologara con el holocausto judío, el interés mundial por hacer justicia por la pedofilia cometida por sacerdotes católicos?

Se publicó una carta hace unos días en que el “santo padre” encubría a un cura estadounidense por delito de pedofilia trasladándolo de diócesis, y justificándolo por el bien de la institución. Algo no muy distinto acaeció con el Obispo Masiel de los Legionarios de Cristo en 1956, en que se interpuso la primera acusación… Juan Pablo II lo señaló como ejemplo de bondad, a sabiendas –no se puede colegir otra actitud- de tales acusaciones… lo mismo el obispo Ratzinger, su hombre de confianza por varios lustros.

El Papa, si tiene dignidad del cargo debiera renunciar o abdicar por el bien de su Iglesia que tanto dice amar.

No se pretende con todo esto hacer un escarnio público. Valoro los planteamientos jesuitas en ésta delicada situación.

Sólo les digo a mi esposa e hija, a mis amigos que mantengan la Fe.

Magister Políticas Públicas. Universidad Adolfo Ibañez.

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