miércoles, 9 de febrero de 2011

Competitividad: Maule 11

Competitividad: Maule 11

*Jorge Navarrete Bustamante

En la columna pasada, se señaló que el ranking del ICORE, de la Universidad del Desarrollo (UDD), situaba a nuestra región en el lugar 11, para el periodo anterior al 27 de febrero.

El Maule bajó en todos los factores: Personas (educación, salud, trabajo), gestión empresarial, infraestructura, sistema financiero, internacionalización, ciencia y tecnología y gobierno.

¡Mala cosa esa!

Tenemos un problema de envergadura, casi una anomalía, por ser tan recurrente dicha situación.

Michael Porter, focaliza magistralmente la cuestión, al aseverar que la competitividad se define: “por la productividad con la que un país o región utiliza sus recursos humanos, económicos y naturales”.

Es que la productividad permite a una región soportar salarios altos, una divisa fuerte y una rentabilidad atractiva del capital. Y con ello, un alto nivel de vida.

Ergo, tenemos entonces, como región, un grave problema de productividad.

¡Hay que analizar e intervenir también, por tanto, sobre las estructuras, y con rapidez!

Empero, hay que estar conscientes que los resultados no serán inmediatos. Quizás por ello se esquivaron tales decisiones. Es que solemos tener acá en el Maule miradas “cortoplacistas”. Todo se quiere “para ayer”… Nuestros proyectos estructurantes demoran lustro y lustros… Las estrategias se eclipsan… la táctica nos invade… la coyuntura se constituye casi en una devoción.

Es que, ¿sabe?, casi todo importa para la competitividad.

Importan las escuelas, importan las carreteras, importan los mercados financieros e importa la sofisticación de los clientes. Estos y otros aspectos de las circunstancias de una región o país están profundamente arraigados en sus instituciones, habitantes y cultura.

Esto es lo que hace que mejorar la competitividad sea un reto tan especial, porque no existe ninguna política o medida que por sí sola pueda crear la competitividad, sino que debe haber muchas e incrementales mejoras en muchos ámbitos distintos.

Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos las regiones, es cómo mantener el ritmo de avance de competitividad.

Sí, es un gran avance haber logrado ya sólidas políticas fiscales y monetarias; un sistema judicial eficiente y en el que la gente confía; un conjunto estable de instituciones democráticas, y el progreso en las condiciones sociales,... Pero ello son una condición necesaria pero no suficiente.

Es que la riqueza, al decir de Porter, se crea a nivel microeconómico de la economía. Tiene sus raíces en la sofisticación de las prácticas de trabajo y las estrategias de las empresas, así como en la calidad del entorno empresarial microeconómico.

En suma, el reto fundamental e inmediato en el Maule, es cómo crear las condiciones necesarias para un crecimiento rápido y sostenido de la productividad, y en ello incide la capacidad de innovar, la calidad de la educación, y, entre otros factores, un “buen gobierno”.

El plan Maule, entonces, es un avance significativo.

MBA. Universidad de Talca

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