miércoles, 2 de febrero de 2011

Maule: 11° en Competitividad

Maule: 11° en Competitividad

*Jorge Navarrete Bustamante

Una vez más nuestra región se sitúa entre las últimas en los ranking de competitividad.

La noticia es aún más grave pues abarca el periodo inmediatamente anterior a la catástrofe del 27 de febrero, por lo que cabría preguntarse en qué lugar de competitividad nos situaríamos hoy.

¿Por qué ocurre aquello?

No es unicausal el origen estructural de tan desmedrado recurrente acontecer competitivo.

El centralismo es una de ellas pero afecta a todas las regiones -excepto a la metropolitana-, aunque en distinto grado; la alta ruralidad y la dispersión de la población pudieran ser otras causales por dificultar intervenir con eficacia sobre las brechas, y que comparte indudablemente el Maule con las otras dos que nos acompañan en el piso del ranking: O´Higgins y La Araucanía.

Hay más causales, como la rentabilidad de las principales actividades productivas que desarrolla cada región (además de los niveles de diversidad económica en las mismas) pero pareciera ser que aquí en el Maule tales indicadores –en este caso los de la Universidad del Desarrollo (ICORE)- no necesariamente se suelen tomar en cuenta para corregir substantivamente el rumbo, tanto por los agentes económicos como por los directivos públicos.

Se carece además en nuestra región de un monitor u Observatorio de Competitividad que vaya rigurosamente monitoreando, orientando y acompañando la perspectiva, el proceso y las políticas públicas que éste o la autoridad proponga e implemente.

NO. Pareciera ser que después de la recurrente catarsis que secunda la publicación de este ranking (ICORE), o el de la SUBDERE (ICR), se retorna a lo mismo: implementar las directrices (programas, proyectos y políticas estandarizadas), al ritmo temporal que el centralismo ya ha impuesto con antelación, y que acá se asumen como inmutables.

Así, la inercia, la rutina -cuando no una eventual improvisación- a veces consume a los tomadores de decisiones en la región.

Eso ha ocurrido en general –pese a los valiosos y excepcionales esfuerzos de algunas autoridades y empresarios- en los últimos años. Un Intendente llegó aseverar honesta y públicamente que los parlamentarios no le dejaban realizar los ajustes de gabinete y la implementación de líneas estratégicas, con el fin de mantener a “sus operadores” y de preservar la verdadera atomización de micro proyectos regionales, mucho de ellos accesorios, clientelistas y des focalizados.

Hay experiencias concretas de otras regiones que definitivamente cambian el rumbo y con velocidad.

El centro de Competitividad del Maule, en proceso de vinculación con la Universidad de Harvard, trabaja la competitividad sobre la base conceptual de la OECD, y de Michael Porter quien la define: “por la productividad con la que un país o región utiliza sus recursos humanos, económicos y naturales”.

Por cierto, que es mucho más profundo el contenido que esas dos líneas, pero lo importante es que tenemos una vez más la oportunidad para tomar decisiones y revertir la situación de débil competitividad que nuestra región presenta.

Continuará.

MBA. Universidad de Talca.

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