miércoles, 8 de septiembre de 2010

Ciencia y Dios

Ciencia y Dios

*Jorge Navarrete Bustamante

Hace 25 siglos en la Hélade hubo un glorioso despertar. De pronto surgieron personas que creían que todo, los seres humanos así como los animales habían evolucionado desde las formas más elementales; que las enfermedades no eran causadas por demonios o por dioses; que la tierra era sólo un planeta que giraba en torno a un sol que estaba muy lejano.

Esa revolución convirtió el caos en Cosmos.

Allí, en el siglo VI antes de nuestra era, surgió una idea nueva, una de las grandes ideas de la especie humana: Que el universo era conocible.

¿Por qué?

Porque existe cierto orden, ciertas regularidades en la naturaleza que permiten descubrir sus secretos.

La naturaleza no es totalmente impredecible. Hay reglas y normas que hasta la naturaleza misma debe obedecer. A este ordenado y admirable rasgo del universo se le llamó cosmos, y se le colocó en completa contradicción con la idea de caos. Este fue el primer conflicto que conocemos entre la ciencia y el misticismo; entre la naturaleza y los dioses; entre la razón y el dogma; entre la ciencia y la religión.

Pero ¿Por qué allí? ¿Por qué en las remotas islas del Mar Mediterráneo oriental? ¿Por qué no en las grandes ciudades de la India, Egipto, China, Babilonia o Mesoamérica?

Porque todas ellas se encontraban en el centro de antiguos imperios; con costumbres antiguas y mucha hostilidad a nuevas ideas. En cambio, en las Ciudades Estados de la Hélade, aún en el aislamiento no total de sus islas se promovía la diversidad pues ninguna concentración de poder podía imponer conformidad. La libertad de investigar fue posible. Estaban más allá de la frontera de los imperios y existía una rica interacción con los viajeros sobre tradiciones, lenguas, historia, prejuicios y dioses.

En la Hélade, diversas islas, como la Jónicas, estaban dispuestas a experimentar una vez que se empiezan a cuestionar rituales y prácticas largamente establecidas; encontraron que una pregunta lleva a la otra; una causa llevaba a una causa anterior.

¿Qué se hace cuando se presentan varios dioses diferentes, cada uno reclamando el mismo territorio?

El Marduk babilonio y el Zeus griego, eran considerados cada uno como el rey de los dioses, el señor de señores, amos del cielo. Los prosélitos de ambos se enrostraban recíprocamente que el dios del otro había sido inventado por los sacerdotes.

Y, si así era ¿Por qué no ambos, se preguntaron algunos sabios pensadores de la Hélade?

Y así fue cómo surgió la gran idea: la comprensión de que había formas de conocer el mundo sin recurrir a los dioses; que podían existir principios, fuerzas, leyes de la naturaleza, a través de los cuales el mundo podía comprenderse sin atribuir la caída de cada gorrión a Zeus.

Ese es el lugar donde nació la ciencia.

El primer científico jónico se llamó Tales, y lo relevante de su contribución es su enfoque, en el sentido que el mundo no fue hecho por los dioses sino que fue el resultado de fuerzas materiales interactuando en la naturaleza.

Hace unos días Hawking, al igual que hace 200 años Darwin, y a 2500 años de los sabios científicos de la Hélade, ese científico británico y heredero de la cátedra de Newton, persistió contra los poderes fácticos y los que no quieren oír: que el mundo no es más que una creación espontánea de la interacción de las fuerzas elementales del universo, y en la que la no es necesaria la hipótesis de intervención de una fuerza externa incognocible, invisible y omnipotente.

Guste o no, la ciencia se acerca cada vez más a responder las grandes interrogantes de la Humanidad.

*MBA. Universidad de Talca

2 comentarios:

  1. Interesante tema, desde mi percepción el evolucionismo filosófico, nunca se ha interesado tanto en lo que ha sucedido en el cosmos, ni en el como ha sucedido y a donde irá; le interesa mas bien cuando y en virtud de que se inicio el proceso que nos ha dado el universo tal cual se contempla hoy. Por eso le atrae el interrogante:
    ¿ha existido siempre? ¿cuando y como sucedió? ¿Lo hizo por un proceso de casualidad o intervino una energía independiente y que se conserva tal?.
    Las respuestas han sido diversas, lo básico del universo ha existido siempre, por lo tanto no hay para que ponerse el problema "principio" y si hubo o no intervención extraña. Ese "básico" está constituido por un solo elemento que siempre ha recibido el nombre de "materia", al menos en el mundo greco-romano y continuadores del mismo.
    El concepto genérico de evolución es tan antiguo
    como los hombres y nunca les produjo perturbaciones. No ha sucedido lo mismo con la significación propia y filosófica del término, esto es, cuando se ha tomado ese término para explicar la iniciación o comienzo de lo que después se llamó universo; mas en rigor, ese momento o línea que nuestra mente concibe como barrera entre el "no era" y el "es"; barrera real en cuanto al "es" manera de decir en cuanto al "no era", porque si no era, no podía ser afectado por una barrera.

    Un abrazo Jorge

    Diego Poblete Urrutia

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  2. Muchas gracias, estimado Diego, por tus siempre atenta palabras e inteligentes aportes.

    Un abrazo.

    Jorge.

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