domingo, 15 de abril de 2012

Redistribución del poder

Redistribución del poder

Jorge Navarrete Bustamante

Si algo es notable en el desarrollo competitivo de sociedades más avanzadas como las que hemos conocido una delegación de la región de Maule -hace algunas semanas- en Euskadi o País Vasco en España, así como otras exploradas en estos últimos días por el suscrito en el Viejo Continente, es la adecuada distribución del poder: tanto el político y territorial, como el económico y social.

Percibo que allí radica ya uno de las piedras de tope para nuestro desarrollo regional como nacional.

Los síntomas actuales son elocuentes: desconfianza, falta dialogo, una polarización creciente, carencias de espacios legitimados donde puedan ordenarse los intereses en disputa, falta de sintonía entre el centro y las regiones; débil gobernabilidad.
El tema de fondo es la excesiva centralización de Chile, y la inexistencia de un debate vinculante con la toma de decisión real que selle una mayor autonomía política y económica a las regiones.

La recaudación central de los recursos con la consiguiente asignación centralizada de los mismos; así como la exagerada dependencia de las autoridades políticas designadas sólo genera hoy día expresiones ciudadanas cada vez más incisivas como las conocidas por todos, en los últimos años.

Ignorar ello solo profundizará y radicalizará los conflictos.

Se requiere –ya se ha dicho recurrentemente desde estas columnas- de soluciones menos correctivas y más estructurales. En ello, un marco pudiera ser la modificación al régimen presidencial que desde hace ya años se posterga y que incidiría en la configuración y generación de las autoridades administrativas en nuestra regiones.
Chile será desarrollado o no, sólo si se implementa una descentralización real. Ello inclusive contribuye a consolidar un sentido de pertenencia regional hoy tan esmirriado.

En la región debe, eso sí, existir conciencia para bregar por esa conquista. El centro no cederá poder por obra de gracia. Hay que desarrollar capacidades propias, priorizar nuestras propias políticas públicas, avanzar hacia una auto dependencia dentro de los ámbitos que es posible, preferenciar lo maulino.

Con el actual Intendente (al centro), Rodrigo Galilea;  el referente en Inteligencia Competitiva  el catalán Pere Escorza (de corbata roja); la Dra Maya Piñeiro representanete de la FAO;  Mario Fuenzalida Consejero Regional del Maule (corbata amarilla); la Dra Ivette Ortiz, gerente de IALE Chile (al costado derecho); y Carlos Smith impulsor del ICORE o Indice de Competitividad de Regiones (al costado Izquierdo)
Ello trasunta decidir de verdad acá en el Maule lo que haremos para desarrollar nuestros aún débil capital social y cívico; nuestros propios sistemas de innovación y de transferencia; nuestra peculiares lógicas territoriales que permitan disminuir la inequidad; nuestro capital humano.

Tal proceso de adquirir poder real es posible de lograr. Hay experiencias en ello. No será inmediato el resultado. Un futuro distinto requiere de un primer paso. Sólo debemos empezar.

MBA. Universidad de Talca.

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