miércoles, 27 de junio de 2012

Competitividad: Modelo Vasco III


En el Instituto Vasco de Competitividad, actores del área económica, política y académica,
con  Mikel Navarro, director del curso Microeconomía para la Competitividad de Red de Harvard.

*Jorge Navarrete Bustamante

Decíamos, basado en el estudio de Michael Porter sobre dicho modelo, que a partir de los años ´80 los Vascos lograron formar gobiernos eficaces en lo político, fundamentado en la confianza de los ciudadanos hacia sus instituciones vascas; en una efectiva transferencia de competencias capturadas desde el centralismo;  a un muy bien gestionado programa de  internacionalización económica y científica; y a una genuina reconversión productiva en el marco de su vocación económica ancestral.

Ello –entre otras razones- situó a Euzkadi o País Vasco entre las regiones de referencia competitiva en el mundo, proceso en que precisamente su política de clusterización iniciada en los años ´90, es hoy considerada un paradigma digno de emular.

 Efectivamente, la evaluación en los años ´90 de la década anterior, detecto varios obstáculos para su crecimiento económico que debían ser corregidos, señalo dos: las empresas vascas carecían de un entorno competitivo sistémico; y el esmirriado énfasis en investigación, desarrollo e innovación.

Así, se comenzó por colocar una genuina política de desarrollo productivo en la primera plana de la agenda política vasca, y “a ella se subordinaron el resto de las políticas”.

El presidente Ibarretxe re orientó la estrategia de desarrollo económico del gobierno hacia los clústeres y  el desarrollo del entorno empresarial favorable al crecimiento de la productividad. El Programa de las 3 R “Rescate, Reestructuración y Reorientación Laboral” se centraba en las herramientas financieras que servían de ayuda a las empresas para enfrentarse a la crisis económica de entonces y para adaptar sus estrategias para competir en el nuevo entorno global.
Los costos de producción en el País Vasco se situaron muy por debajo de los de sus competidores de otros lugares. Un representante del gobierno hizo la observación sobre su estrecho trabajo con las empresas vascas: “en el proceso hemos aprendido mucho acerca de la evolución de un clúster y del proceso para la construcción de una competitividad basada en los clústeres”.

A mediados de los ´90 el gobierno hizo pública una estrategia revisada y centrada en la creación de un contexto competitivo para los negocios, el fomento de cambios estructurales en las empresas vascas y la atracción de nuevos proyectos de inversión para la región. El gobierno previó la creación de un Instituto de Competitividad.

La política tecnológica mantuvo su fuerte enfoque sobre el fomento de actividades de I+D con programas financieros dedicados a las empresas, unidades de I+D de empresas y centros tecnológicos. El gobierno creó una sola red de centros tecnológicos que representaba el 13% del número y más del 34% del volumen de negocios de la red española.

En 2001, el Presidente Ibarretxe acuñó el término “Segunda transformación económica del País Vasco” para lanzar una nueva fase de desarrollo económico de la región.

CONTINUARA

MBA. Universidad de Talca.

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