*Jorge Navarrete Bustamante
Nada
sería más sencillo asumir y propalar que la Causa Primera es
Dios y que él creó el universo y la vida.
Si
los más de 1200 millones de librepensadores en el mundo –según
la World Christian Encyclopedia y la Britannica Book of Year-
asumiéramos esa declaración de Fe, y por lo mismo incuestionable: ¿Tendría
sentido en lo más profundo de la acepción que la ciencia investigara sobre el
origen del universo y de la vida, y que los miles de librepensadores continuaran
perseveraran día a día buscando sus personales respuestas comprobadas?
Afortunadamente, desde los primeros tiempos y, más
sistemáticamente, desde la griega clásica, hay muchos que reservadamente ha
buscado a riesgo de sus vidas, y continúan buscando la verdad verificada y no
la revelada.
Han sido esta vez, al igual que antes Tales
de Mileto, Copérnico o Galileo, el británico Peter Higgs y el belga Francois
Englert los que avanzaron en esa búsqueda al lograr predecir la existencia del
bosón de Higgs: la partícula elemental que explica por qué la materia elemental
tiene masa.
Por tal constatación científica, la Academia
Sueca les ha hecho merecedores del premio Nobel de Física 2013.
Su
trabajo teórico fue reivindicado finalmente por los experimentos del
colisionador de partículas gigantes CERN, en la que investigan sobre 3000
científicos principales de la tierra.
Tal
verificación científica se consubstancia con la búsqueda de la Verdad
trascendente, específicamente con la interrogante filosófica: ¿De dónde
Venimos?
En
efecto, la ya reconocida existencia del bosón de Higgs, es una parte central
del modelo estándar de física de partículas que describe cómo está construido
el mundo. Y, según el Modelo Estándar: “todo, desde las flores a la gente, desde
las estrellas a los planetas, consiste de unos pocos bloques: partículas de
materia”.
Dicho
de otro modo, tal descubrimiento constituye la piedra angular de la
estructura fundamental del universo, y de su eternidad.
Y es
que "en el universo primitivo está la respuesta a la pregunta fundamental
sobre el origen de todo lo que vemos hoy, incluida la vida",
afirmaba hace un tiempo Stephen Hawking.
Y luego agregaba este miembro de la Royal Society de
Londres (la entidad académica más antigua del mundo), doctor honorario de
varias universidades y ganador del Premio Albert Einstein (el máximo galardón
dentro de la física): “La cosmología es una materia entusiasmante
y activa. Estamos siempre más cerca para responder a las preguntas de siempre:
¿por qué estamos aquí?, ¿de dónde venimos? Yo creo que estas preguntas pueden
hallar respuesta dentro del mismo campo de la ciencia”.
Tal aseveración científica parece establecer que la materia es eterna,
en constante cambio y evolución por lo que no se precisa de una fuerza externa
creadora, personificada ni ordenadora del Universo.
Con la verificación de lo investigado por Higgs, se abre un nuevo campo
científico para avanzar hacia la Verdad verificada de lo que hoy es
trascendente.
MBA. Universidad de Talca.
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