jueves, 3 de junio de 2010

Célula artificial

Célula artificial

*Jorge Navarrete Bustamante

La historia de los seres humanos presenta –según Braudel- “corrientes profundas”, imperceptible a veces para las grandes mayorías que sólo perciben la superficie, la rutina, lo accesorio, lo aparente.

Efectivamente, hace unos días se produjo un hecho sin precedente en la historia de la humanidad; revolucionario se podría decir; y en el que los medios, las familias y las instituciones, se quedaron anclados en el titular de la noticia: “Científicos crearon la primera célula artificial”.

Se cree que ello constituye un paso crucial para crear vida artificial pues dicha célula se sustenta en un genoma sintético. Cierto, algunos expertos dicen que aún no se puede hablar de una forma de vida "verdaderamente artificial" porque el genoma sintético fue colocado en una célula natural, empero ello es cosa de tiempo pues ya el mismo científico, Craig Venter, está trabajando con ese propósito.

¿Podrían usar la misma técnica para crear organismos más complejos como las plantas o animales?

En teoría sí. Aunque el objetivo actual es diseñar y construir bacterias puesto que la información genética de éstas es muy simple, presentando condiciones ideales para producir sustancias medicinales y ambientales beneficiosas para los seres humanos.

Es el inicio de una nueva Revolución Industrial.

Si bien es cierto, cada célula del cuerpo humano contiene 23 pares de cromosomas lineales y con mucha más información, Venter piensa que extender esta técnica a organismos más complejos, como plantas y animales, es posible, pero en varios años más.

Ello explica ya la crítica fanática y fácil, tantas veces proferidas a lo largo de la historia humana -y tan sufrida por Galileo y Darwin, por señalar dos ejemplos-, acusando a Venter de “Jugar a ser Dios”.

Es sabido el temor clerical a la Ciencia por haber desplomado ésta sendas creencias y dogmas. La historia presenta evidencias irrebatibles de ello. Por eso, hay religiones que se acercan a ella para controlarla, o para condicionar científicos con funestas sanciones públicas.

Evidentemente, para ser un científico genuino, que busca la Verdad Última, o aún pequeñas verdades que se aproximen a ésta, se requiere no sólo de inteligencia esclarecida sino que de mucho coraje moral.

¿Es ético crear vida artificial?

Estamos, desde hace párrafos atrás, penetrando en el fondo de la bioética.

Cierto, la ciencia y la técnica pueden emplearse para hacer el bien, o para lo contrario. Entendiendo por bien lo que es bueno para la vida de los seres humanos, entre ello, la Verdad.

Por eso, ahora la Célula Artificial debe ganar otra gran batalla, en el campo de la bioética, disciplina que básicamente se ocupa de la “conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizada a la luz de los valores y principios morales".

Indudablemente, la Ciencia se aproxima, cada vez más, a responder las grandes interrogantes de la humanidad.

MBA. Universidad de Talca.

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