*Jorge Navarrete Bustamante
El martes pasado, se inauguró en la facultad
de derecho de nuestra Universidad de Talca, la primera Escuela Sindical:
Formación de Líderes 2012.
Ello es inédito.
Inaugurando el suscrito en nombre de la universidad la 1° Escuela Sindical: Formación de Líderes |
Se trata de un formato Diplomado de
120 horas de duración durante cinco meses, al cual postularon más de 90 líderes
siendo seleccionados 40 para formarse en la normativa laboral, la seguridad
social, técnicas de negociación, contables y digitales en la marco de la sociedad
del conocimiento y globalización por el que hoy transita el mundo
contemporáneo, y con la perspectiva de explorar un cierto modelo de
profesionalización –en cuanto a conocimientos y manejo de la información de los
líderes sindicales y solución de conflictos- de los líderes sindicales
maulinos.
Ello no es un banal.
En efecto, en un país cuyo nivel de
sindicalización no supera el 15 por ciento, y en una región que está bajo dicho
índice, y en la cual solo el 3,3 por ciento de las empresas maulinas cuenta con
sindicatos activos una escuela sindical de esta naturaleza, es más que imperioso.
Algo extraño hay detrás de dichos
índices internacionalmente aceptados. Chile ha sido más una vez acusado
internacionalmente de dumping laboral, y es ello lo que obliga también al
Estado a asumir una responsabilidad, una deuda pendiente con dicho ámbito tan
incidente en la competitividad y desarrollo de un país.
Por cierto, en la inauguración de
dicho acto estaba la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas
y el Gobierno de Chile a través de la Subsecretaría del Trabajo que solventan
dicha escuela. Pero también estaban vicerrectores, decanos, directores,
docentes y alumnos de la Universidad de Talca. Pero lo más importante estaban
los actuales y potenciales líderes sindicales provenientes de diversas comunas
y empresas de nuestra región de Maule.
Cierto, estaba Soraya Apablaza,
extraordinaria presidenta electa de la CUT, y con quien hacía dos años habíamos
prospectado un curso de esta naturaleza y que se logró materializar antes de
ayer gracias a la excelente labor de la Dirección de Responsabilidad Social de
la Universidad de Talca. También estaba Melania Moya gran dirigente del
magisterio que por cierto siempre ha estado comprometida por el desarrollo –al
igual que Soraya- de sindicalismo Maulino. Qué ejemplo, dos mujeres –entre
otras más- lideran un proceso de fortalecimiento de competencias sindicales y
legítima reivindicación social.
Para nuestra Universidad de Talca
ello es consubstancial pues el 70% de nuestros alumnos son de la región de
Maule, y el 88% de la totalidad proviene
del quintil 1 y 2, es decir, de los más carenciado socio económicamente
hablando pero tan capaces para situar a nuestra casa de estudios entre la 10
mejores universidad del país.
Desde el martes pasado, nuestra
universidad de Talca, publica, regional y laica, es también más plena porque nuestra mirada del
mundo actual es también más profunda desde la perspectiva laboral.
MBA. Universidad de Talca.
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