*Jorge Navarrete Bustamante
Ligado con
lo anterior, y consubstancial a la Inteligencia Competitiva (IC), es la gestión del conocimiento las que si
bien es cierto, tienen una génesis distinta, ambas convergen a pesar de sus
elocuentes diferencias. En efecto, la Gestión de Conocimiento se refiere a la
información interna, en cambio la Inteligencia Competitiva a la información externa; la primera observa
en el interior de la empresa, la segunda en el exterior de la empresa; la
Gestión de Conocimiento se focaliza en el pasado, mientras que la IC en el
futuro; una en el conocimiento propio, la otra en conocimiento público.
Inaugurando 2° Seminario Internacional sobre Inteligencia en la Universidad de Talca. Se aprecia Roemil Jorquera profesional del Centro de Competitividad |
Pero hay más.
Otra disciplina,
la Prospectiva Tecnológica, nos importa también mucho. En efecto,
entendida esta como el proceso
tentativo de seguir sistemáticamente el futuro a largo plazo de la ciencia, la
tecnología, la economía y la sociedad, con el objetivo de identificar las áreas
estratégicas de investigación y las tecnologías genéricas emergentes con
potencial para obtener los mejores beneficios económicos y sociales; es distinta a la Vigilancia tecnológica (VT) aunque
complementaria.
Cierto, ésta se liga a la Vigilancia Tecnológica
aunque la prospectiva se preocupa del futuro, en cambio la Vigilancia del
presente y pasado; la primera trabaja en función de escenarios, la segunda con
base de datos; la primera observa tendencia, mientras que la segunda la
evolución; la prospectiva investiga la ejecución y trabaja con metodología
Delphi, en cambio la Vigilancia con tesis doctorales, patentes, data mining y
con tecnología disponible.
En definitiva, se puede aseverar que la
prospectiva es a largo plazo; en cambio la Vigilancia Tecnológica es a corto y
mediano plazo; sin embargo, ya se usa incrementalmente además una herramienta
muy útil e integral, el roadmap
tecnológico, puesta a
disposición de la planificación de la ciencia y la tecnología a mediano y largo
plazo. La diversidad de enfoques metodológicos, tipologías, y alcance la hacen
una herramienta integrable con disciplinas más generalizadas como la
Prospectiva Tecnológica y la Vigilancia Tecnológica.
Así, “al final del
día”, la Inteligencia Competitiva elabora un plan estratégico conforme a una
situación concreta. Es un soporte para la toma de decisiones estratégicas en
una región y/o negocio concreto.
En suma, estamos desarrollando acá en la
región de Maule, como Centro de Competitividad de la Universidad de Talca, un
proceso complejo y holístico hacia una Inteligencia Competitiva sistémica
operada sistemáticamente, teniendo presente que la experiencia internacional arroja como resultados a lo menos dos
conclusiones: Las empresas, cadenas o clusters de las economías más
desarrolladas, son las que han apostado con mayor decisión a la Inteligencia
Competitiva; y, la segunda conclusión, es que no existe un modelo global de Inteligencia
Competitiva, sino distintos enfoques y sistemas que responden a las peculiaridades
de cada país o región.
MBA. Universidad Talca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario